Algunos puntos clave del Anuncio del Tesoro Americano (UST):
¿Qué se anunció?
-Intervención inédita: el UST compró pesos hoy (ejecutado por banco Santander). Es la primera vez que Estados Unidos interviene directamente en ARS. Sin datos aún de monto, instrumentos ni plaza (spot/bonos).
– Swap confirmado: por 20.000 millones de dólares con el BCRA, “listo” para activar. – Apoyo excepcional: UST dice que “actuará de inmediato” con medidas adicionales si hace falta; menciona coordinación con el FMI.
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¿Por qué ahora?
– Ventana de riesgo: fin de semana largo en Argentina (viernes) y Estados Unidos (lunes) + reunión Trump–Milei el martes 14, demasiado tiempo sin ancla concreta.
– Prevención de stress: cortar una dinámica macro–financiera que empezaba a escalar a dos semanas de las elecciones. Régimen cambiario: continúan las bandas
– El UST afirma que la banda de flotación “sigue siendo adecuada”, lo cual descarta, al menos en el cortísimo plazo, cambios de régimen (no dolarización) y blinda la defensa del esquema vigente.
Salvataje financiero: Estados Unidos intervino en el mercado cambiario y confirmó el swap por US$ 20.000 millones
¿Cómo leerlo?
– Señal muy potente: comprador nuevo de ARS, “backstop” visible y swap grande → debería comprimir brecha, bajar riesgo y dar rally en activos.
– PERO: si la ayuda se usa sólo para defender la banda en un nivel desalineado (sin recentrar reglas/objetivos), se desaprovecha una oportunidad excepcional. Lo aconsejable sería que se trate de una transición hasta elecciones y, después, paquete integral (reservas, soporte deuda en dólares, re-acceso a mercados) y nuevo régimen cambiario/monetario sin controles ni restricciones.
Lo estratégico que falta
– Reglas del swap (tenor, colateral, condiciones de uso).
– Criterios de intervención (cuándo, dónde, cuánto, con qué instrumentos).
– Vínculo con deuda en dólares: ¿habrá componente para mejorar capacidad de pago 2026 y reabrir mercados? Política: contención, no panacea
– Evita una corrida en la previa electoral y limita daños tras la semana legislativa adversa y el ruido creciente por corrupción.
– No garantiza reversión del clima político: comunicación presidencial y disciplina del oficialismo y fuerzas amigas siguen siendo variables críticas.
– No evita que haya más sorpresas mediáticas en la recta final hacia el 26 de octubre (se pueden incluso intensificar).
– Evita mayor deterioro de las chances electorales del oficialismo, pero no le asegura una recuperación de la intención de voto.
Riesgos
– Éxito inicial que lleve a persistir en la defensa de un tipo de cambio desalineado. Se quema munición escasa y deja el ajuste para después.
– Moral hazard (riesgo moral): las condiciones de uso del swap y del acceso al respaldo del UST (cualquiera sea la forma que adquiera) son claves para evitar la complacencia y tener que recurrir a otro salvataje más adelante. Dada la coordinación mencionada con el FMI, serían deseables metas más exigentes y de estricto cumplimiento.
Milei y Caputo celebraron el salvataje financiero que anunció Estados Unidos
Escenarios
– Efecto impacto: tipo de cambio a la baja, brecha desaparece, riesgo país a la baja, tesoro argentino puede comprar divisas (en mi opinión debería hacerlo para evitar una apreciación).
– Hasta las elecciones se podría consolidar el escenario anterior en la medida que se anuncian montos y condiciones de la ayuda del UST → baja más la prima y se abre una ventana más amplia para que el Tesoro compre dólares baratos (debería comprar y no esperar a que lo haga el BCRA en el piso de la banda).
– Post elecciones: si el Gobierno demora el lanzamiento de un programa más integral y sustentable (que no se perciba como una nueva fase del anterior o transitorio), el veranito puede durar poco.
Conclusiones
– Es un respaldo inédito y tácticamente muy potente. Frena dinámicas macro de crisis, pero no implica necesariamente una reversión de las tendencias electorales.
– Si la ayuda se limita a defender la actual banda de flotación, será un puente caro; si se complementa más adelante con un nuevo programa, puede cambiar por completo las chances de éxito del cambio de régimen económico en marcha.
– ¿Por qué? Porque el tipo de cambio actual está desalineado (no asegura el equilibrio externo -una cuenta corriente sustentable-) ni el equilibrio interno (nivel de actividad sub-óptimo debido a una estructura de precios relativos inadecuada y percibida como transitoria). Y porque, además, todavía subsisten restricciones y controles cambiarios que se traducen en expectativas de transitoriedad de todo el régimen monetario y cambiario.
– En suma, el respaldo de Washington alienta una tregua financiera, pero no garantiza gobernabilidad ni sostenibilidad: es un salvavidas, no una brújula.