Hasta el momento, la anterior catástrofe había sido el tsunami ocurrido en 1960, que dejó 61 personas muertas.
Según periodistas de The Associated Press (AP), el corazón de Maui está devastado y los típicos gallos que se pasean por el área, circulan entre las cenizas y las decenas de vehículos que no pudieron escapar del fuego.
Las autoridades locales informaron que más de 14.000 personas fueron evacuadas de la isla de Maui y otras 14.500 debieron ser trasladadas a otras zonas cercanas, consignó la agencia AFP.
El gobernador del estado de Maui, Josh Green, anticipó que se espera que la cifra de víctimas mortales aumente «muy significativamente».
Ante esta situación, el presidente Joe Biden declaró este jueves el estado de catástrofe natural para Hawai, lo que permitirá liberar «fondos federales a disposición de los afectados en el condado de Maui», explicó la Casa Blanca en un comunicado.
The federal government isn’t just sending prayers to the people of Hawai’i – but every asset they need.
We’re surging aid, resources, and personnel, and will help the state recover for as long as it takes. pic.twitter.com/Lj8cntL9JH
— President Biden (@POTUS) August 11, 2023 En tanto, el papa Francisco expresó este viernes su «solidaridad con todos aquellos que están sufriendo esta tragedia» y dijo sentir «una profunda tristeza»; en un telegrama enviado por el cardenal Pietro Parolin al Nuncio Apostólico en Estados Unidos, Christophe Pierre, dado a conocer por el Vaticano.
Videos y fotos difundidas en redes sociales muestran las brasas destruyendo esta localidad turística, densas columnas de humo y varios barcos atrapados también en llamas.
En ese contexto, las autoridades aseguraron que debieron rescatar del mar a 50 personas de al menos 100 habitantes de la zona que saltaron al agua para evitar el fuego.
Los militares desplegaron tres helicópteros para ayudar a combatir los incendios, con los que se arrojaron 570.000 litros de agua para controlar los incendios, informó el Comando Indo-Pacífico en un comunicado.
«No queda nada, todo se ha ido, es un pueblo fantasma», dijo Sarai Cruz, de 28 años, quien huyó de Lahaina con sus padres, su hermana y sus tres hijos.
Al menos 100 habitantes de la zona saltaron al agua para evitar el fuego, informó a CNN la comandante de la Guardia Costera Aja Kirksey, quien resaltó que unas 50 personas tuvieron que ser rescatadas del mar.
También se han declarado incendios en la Isla Grande de Hawai, pero las autoridades dijeron que estaban bajo control el jueves.
«Todavía tenemos cadáveres en el agua flotando y en el malecón», comentó Kekoa Lansford, otra residente, a la CBS. «Hemos estado sacando gente (…) Estamos tratando de salvar su vida, y siento que no estamos recibiendo la ayuda que necesitamos».
En tanto, la red hospitalaria de la isla permanece «saturada» por los pacientes con quemaduras y personas que inhalaron humo, según precisó la vicegobernadora de Hawai, Sylvia Luke, que describió la situación como «dramática«.
Pedidos de las autoridades
Las autoridades del condado pidieron a todos los visitantes que abandonen la isla «lo antes posible» y organizaron autobuses para llevar a los turistas al aeropuerto de Kahului, según un comunicado publicado en Facebook.
Residentes de las áreas de Kula y Lahiana que tienen agua corriente en sus hogares, fueron advertidos por el condado de Maui no beber agua de la canilla y darse duchas cortas y tibias en “un ambiente bien ventilado” para evitar la exposición a posibles sustancias químicas.
En la terminal aérea, según información oficial, al menos 1.400 turistas quedaron varados, ya que sus vuelos fueron cancelados o retrasados y periodistas de la AFP vieron a muchas personas durmiendo en el suelo.
Fenómenos meteorológicos extremos han azotado todo el mundo en las últimas semanas, que según los científicos han sido exacerbados por el cambio climático.