En el cierre de campaña, Javier Milei arengó a su militancia por la hazaña: una victoria épica en primera vuelta. Sin embargo, puertas adentro sabe que es difícil y que son varios los factores que deben alinearse para lograrlo. Por eso, discursivamente empezó a ensayar un mensaje de apertura, que será clave si enfrenta un balotaje para sumar heridos y votantes de otras fuerzas políticas.
En los últimos días justificó su alianza con Luis Barrionuevo, tildó a Patricia Bullrich de «inflexible», dio una conferencia de prensa abierta, planteó que «todos los que quieran defender las ideas de la libertad van a ser recibidos» y que «creer que esto se resuelve con tres iluminados desde un escritorio es naive».
Para ganar en primera vuelta La Libertad Avanza (LLA) tiene que sacar más del 45% de los votos, lo que significaría crecer más de 15 puntos con respecto a las PASO o alcanzar un 40% y sacarle 10 puntos de diferencia al segundo. Un panorama que significaría un desplome de alguno de los otros dos candidatos principales.
La semana pasada el libertario planteó que el espacio está «a tres puntos de ganar en primera vuelta«, y en su equipo señalaban que, redondeando hacia arriba, podía arañar el 37%, aunque en LLA no hacen encuestas propias y toman con pinzas las que circulan.
«Necesitamos fiscalizar, redoblar esfuerzos y si mucha de la gente que no fue a votar decide hacerlo es probable que podamos ganar en primera vuelta», reconoció Milei en el acto del Movistar Arena. En declaraciones posteriores agregó, que «si el error estadístico juega a nuestro favor» puede ocurrir.
Dado que ningún consultor ni espacio político vio venir su triunfo en las PASO, las esperanzas las mantienen. Pero mientras tanto, no pierden tiempo y trabajan en el Plan B: un discurso de apertura que en caso de balotaje les permita sumar heridos y votantes de otros espacios.
«Este espacio es mucho más pragmático y permeable de lo que se piensa«, aseguran en LLA.
El primer indicio lo dio Milei en la segunda ronda de debate presidencial, cuando lejos de negar su cercanía con Barrionuevo defendió la incorporación del líder del sindicato gastronómico y tildó a Bullrich de «inflexible».
«Tenés un problema con la inflexibilidad. Mientras que vos podés lavar tu pasado de montonera asesina, nosotros que solo gritamos y decimos cosas no podemos cambiar ni tomar otra gente», se quejó.
De hecho, discursivamente el giro fue total. Mientras que que antes todos eran casta menos él y su círculo, empezó a abrir las puertas del espacio.
«Todos los que se quieran sumar a defender las ideas de la libertad son bienvenidos«, declaró en televisión ya sobre el sprint final de campaña, y agregó: «Creer que esto se resuelve con tres iluminados desde un escritorio es naive».
Guillermos Francos , quien sería su ministro de Interior en caso de llegar a la Casa Rosada, tiende puentes con todos. El propio Milei lo definió como «la ambulancia política». «Ya está funcionando. Ya hay heridos, Guillermo va y los rescata», disparó.
En su entorno aseguran que Milei no tiene problema con hacer contactos con gobernadores ni intendentes, peronistas o no. Su límites lo definen en el kirchnerismo, la izquierda, los radicales y Horacio Rodríguez Larreta.
En el partido libertario consideran que sea cual sea la tercera fuerza que quede fuera del batoje, sus dirigentes se van a partir y ellos van a cosechar parte de los apoyos. A esa idea también se aferran frente a la pregunta de cómo podrían gobernar si ganan.
«Si nosotros ganamos va a haber un quiebre de la política como al conocemos hoy. No va a existir más Juntos por el Cambio como lo conocemos hoy, y se rompe Unión por la Patria«, afirmó este jueves en Crónica.
Otra señal concreta de apertura fue la conferencia de prensa que brindó después de que el presidente lo denunciara por «intimidación pública». La decisión de aceptar, a la primera de cambio, convocar a todos los medios que quisieran ir y abrirse a sus preguntas sorprendió al propio equipo libertario.
Sortear los errores no forzados; otra misión
Mientras tanto, el equipo deberá sortear los errores no forzados de la campaña, que se acumulan de la mano de declaraciones de dirigentes propios.
Es el caso de la candidata a diputada Lilia Lemoine que armó revuelo al proponer un proyecto para que los hombres puedan «renunciar a la paternidad» en caso de hijos no deseados; hecho por el que salieron a despegarse otras mujeres del espacio como Marcela Pagano, Diana Mondino y Victoria Villarruel. «Ese tema no está en nuestra agenda», afirmó Milei.
También la declaración del Alberto Benegas Lynch padre, que consideró que tenían que «cortar relaciones con el Vaticano»; frase que obligó al libertario a tener que aclarar que no está en sus planes romper relaciones con el Papa.