Hay día y hora: Mbombela Stadium de Nelspruit, Sudáfrica, este sábado a las 12.05 de la Argentina. La fecha estaba en la agenda de Los Pumas y los Springboks desde antes que comenzara el Rugby Championship. Lo que no se sabía es que en cuanto Ben O’Keeffe pite, estarán jugando por ser los campeones y uno levantará la copa.
Los mejores del mundo enfrentarán al sorprendente seleccionado de Felipe Contepomi, que se ganó el derecho a definir el título tras ganarle a las tres potencias del hemisferio Sur en el mismo torneo. Es Sudáfrica contra Argentina y los de afuera, Nueva Zelanda y Australia, son de palo.
Existe una distancia enorme entre los Springboks y Los Pumas que este Rugby Championship acotó a apenas cinco puntos: los 19 de Sudáfrica contra los 14 de Argentina en la tabla. En términos prácticos, para levantar el trofeo los dirigidos por Rassie Erasmus apenas necesitan un empate o perder por menos de siete para sumar el punto extra que los haga inalcanzables.
El escenario que convertirá en campeón a Los Pumas es concreto: un triunfo con al menos cuatro tries y una ventaja mayor a siete en el marcador, para de esta manera sumar los cinco puntos -cuatro de la victoria y el bonus ofensivo- y además evitar que los Springboks logren el que les permita ser campeones aun derrotados.
Los Pumas y la última victoria ante Sudáfrica en el Estadio Único Madre de Ciudades Santiago del Estero. Foto: Emmanuel Fernández Con el historial en la mano, las posibilidades de un triunfo argentino se reducen a menos del 15 por ciento: de las 37 veces que se enfrentaron, los Springboks ganaron 32, exactamente el 86,4 por ciento. La suma de todos los puntos jugados hasta el momento dan un marcador de 1.267 a 720.
¿Es esa la diferencia entre uno y otro? Los números tienen un valor cuando son contrapuestos con otros. Si se toman las cifras solo en el Championship, siguen siendo en favor de Sudáfrica, pero en el torneo que definirán mano a mano Argentina consiguió sus mejores resultados: cuatro victorias y un empate en 20 partidos.
La última consagración, en el Mundial de Rugby Francia 2023. Foto: Emmanuel FernándezSiguen las preguntas: ¿es fundamental la estadística para evaluar las posibilidades? La respuesta es no, pero Sudáfrica tiene más pergaminos para graficar lo difícil que es conseguir una victoria de las características que necesitan Los Pumas para ser campeones.
Los Springboks fueron cuatro veces campeones del mundo y las últimas dos, seguidas. Se impusieron tres veces en el Tres Naciones y una en el Rugby Championship, denominación que tiene ese campeonato desde la inclusión de la Argentina en 2012.
Línea por línea, las diferencias, además de peso y tamaño, siguen siendo significativas. De los cuatro Pumas “centenarios”, Contepomi tendrá dos: el capitán Julián Montoya, que alcanzará los 102 partidos, y Pablo Matera, que consumará 107 cuando ingrese. Del otro lado, Eben Etzebeth contará 128 y se convertirá en el jugador con más caps para los Springboks.
Cumbre de backs en el Captain’s run: Carreras reemplazará a Mallía como fullback y Albornoz confirmado como apertura, en lugar del cordobés.En términos de experiencia, el equipo titular de los Springboks suma 778 partidos jugados contra los 532 que acumula el XV de Contepomi. En el banco sudafricano, esperan 344 caps adicionales, contra los 215 de la Argentina.
Sin embargo, acaso porque todo es relativo, Sudáfrica no está tan seguro de poder fagocitarse a Los Pumas. La Unión de rugby de ese país publicó un spot en el que -además de confirmar a Mateo Carreras como el jugador más temido- grafica el test match como “la batalla de Mbombela”.
“Sin dudas que será una inolvidable final”, indica el spot que mezcla imágenes de los Springboks principalmente enfrentando a los All Blacks y animales típicos del continente africano y culmina con un pronóstico: “Esto va a ser épico”.
En el mismo video de casi dos minutos, musicalizado con una versión de “Como una plegaria” de Madonna, deja –tal vez involuntariamente- un segmento de cuatro segundos que pone a las estadísticas en un segundo plano. “Oh, juremos con gloria morir”, se puede leer en los labios de Ignacio Ruiz, Pedro Delgado y Matías Moroni. Una proclama del Himno a la altura de la magnitud del partido.