Todos los arcos miden igual, 7,32 x 2,44 metros. Sin embargo, en Boca parece más grande. A fin de cuentas, se trata de unos de los clubes más populares del país y por donde pasaron notables guardametas. Américo Tesoriere, Julio Musimessi, Antonio Roma, Hugo Orlando Gatti, Carlos Navarro Montoya, Oscar Córdoba y Roberto Abbondanzieri, por citar los casos más emblemáticos. En este contexto, Leandro Brey está empezando a construir su propia historia con una sombra pesada. Y la pregunta que todos se hacen por estas horas es si continuará bajo los tres palos xeneizes.
De acuerdo al rendimiento que mostró ante Belgrano –muy a pesar de la derrota- y sobre todo frente a Argentinos Juniors, no debería haber dudas. El número uno nacido hace 22 años en Lomas de Zamora llegó como un proyecto y hoy es una realidad. Eso sí, su titularidad fue forzada, más allá de las condiciones que mostró cada vez que le tocó entrar. Se debió, fundamentalmente, a la inconducta de Sergio Romero, quien se quiso pelear a las trompadas con los plateístas que lo insultaron a la salida del túnel tras perder el Superclásico.
El técnico deberá definir, está claro. Pero la decisión es del Consejo de Fútbol, más precisamente de Juan Román Riquelme. Fue quien sancionó a Chiquito por dos partidos y aunque –por ahora- Mariano Herrón es el entrenador, todo indica que Brey continuará en el arco y será titular frente a Tigre en Victoria, tras la fecha FIFA.
¿Puede cambiar la situación de Romero si llega Fernando Gago, con quien compartió la Selección Argentina, sin ir más lejos el Mundial de Brasil 2014? Como sucedió con Pol Fernández, la idea es que no vuelva a jugar. Pol estuvo en el banco contra Belgrano en el último partido de Diego Martínez, pero no ingresó. El domingo, ni siquiera fue convocado por el interino. ¿Chiquito irá al banco? ¿O saldrá de la escena?
Hay una diferencia entre el volante y el arquero. Mientras Fernández ya avisó que se irá de Boca cuando finalice su contrato, el 31 de diciembre de este año, Romero acaba de cerrar la renovación de su vínculo hasta diciembre de 2025. Fue en junio, cuando nadie imaginaba su flojo nivel de los últimos partidos y, mucho menos, que se le saliera la cadena con el público en la mismísima Bombonera.
Otro clima. Tras el triunfo ante el Bicho, Brey se fue de la cancha recibiendo el cariño de la gente. Foto: Maxi Failla.Brey tiene apenas 12 partidos en Boca, un número que no sólo se relaciona con la hinchada; también, con su camiseta. Y la mitad de esos partidos, los ganó en la Bombonera. En tres de ellos, arrancó como titular. En los tres restantes, ingresó por sendas lesiones de Chiquito (Always Ready, Racing y Rosario Central). También en la mitad de los partidos disputados con el buzo azul y oro, terminó con el arco invicto.
Además, logró un hito moderno, algo que solo había alcanzado Navarro Montoya en 1988, cuando José Omar Pastoriza decidió que ocupara el lugar sagrado del Loco Gatti: en sus primeros cuatro partidos, terminó con la valla en cero. Igual que el Mono, ni más ni menos.
El equipo de arqueros de Boca, con Romero y Brey a la cabeza. Foto: CABJ.Contra Argentinos Juniors, el joven arquero fue clave con cinco atajadas, tres dentro del área. Fueron una detrás de otra y logró sostener a su equipo en el momento de mayor fragilidad defensiva. Sin dudas, es un punto a favor para la continuidad del chico que llegó el 7 de febrero de 2022 proveniente de Los Andes. Boca pagó 450 mil dólares por el 90% del pase. Y ya se revalorizó, claro. Especialmente, a partir de sus convocatorias a las selecciones juveniles, incluso en los Juegos Olímpicos de París 2024, donde fue suplente de Gerónimo Rulli.
“Estoy contento, agradecido por sumar minutos, tengo que disfrutar partido a partido”, dijo Brey. Y se refirió al técnico: “A mí me tocó conocerlo en Reserva, Herrón trabaja muy bien, es muy serio”.