Brand Studio para Mercado Libre
Noelia no pudo dormir. Todavía no podía creer lo que había pasado. En su casa, en Don Torcuato, abrazaba esa camiseta como si fuera una medalla, un trofeo, o incluso algo valioso. Era un pedacito del alma de Racing que había llegado directo a sus manos. Una camiseta que no solo venía con el sudor de un partido internacional, sino con el peso de los sueños de toda una vida de amor por los colores.
Noelia Chávez, feliz al recibir el paquete de Mercado Libre en su casa de Don Torcuato
Esa noche, cuando Racing jugó a puertas cerradas contra Atlético Bucaramanga por la CONMEBOL Libertadores, Noelia sintió el silencio del estadio como una herida. El Cilindro estaba vacío, pero su corazón, como el de miles de hinchas, latía fuerte desde casa. Fue entonces cuando vio la propuesta: una caja especial de Mercado Libre esperaba al borde del campo para llevar una camiseta firmada por un jugador directamente a un hincha. Y ese hincha podía ser cualquiera. Pero era ella.
“Si fueras a la cancha, ¿qué cartel llevarías?”, decía el posteo. Noelia Chávez no lo dudó. Subió su story con la foto de un cartel que decía: “Sosa, sos más rápido que un Mercado Libre. ¿Me das tu camiseta?” Etiquetó a @mercadolibre.arg, puso su ubicación y esperó.
Santiago Sosa anunció en la cuenta de Mercado Libre quién era ganadora de su camiseta
Al día siguiente, cuando su celular sonó y leyó que había sido elegida, se emocionó. Esa camiseta, la de Santiago Sosa, ahora es un símbolo de un sueño que se hizo real. Cuando abríó la caja y la vió, sintió que Racing la estaba abrazando a ella. Nunca imaginó vivir algo así. Es mucho más que una camiseta, una señal de que el fútbol todavía tiene gestos que llegan al alma.
El plan de Mercado Libre y CONMEBOL Libertadores
La camiseta de Sosa llegó directamente a manos de la afortunada hincha de la Academia
Mercado Libre y CONMEBOL Libertadores encontraron la manera de que, incluso sin tribunas llenas, el amor por el fútbol siga cruzando fronteras. La camiseta de Sosa viajó en menos de 24 horas. Sin embargo, el recuerdo de ese gesto va a durar para siempre.
Porque hay cosas que no se compran, no se planifican, ni se repiten. Solo suceden. Como el día en que Noelia, desde su casa, sintió que Racing la miraba a los ojos y le decía: esta también es tu victoria.