En plena transmisión en vivo, América TV vivió una situación tan insólita como incómoda que, según cuentan en los pasillos del canal, podría traer repercusiones internas. Todo sucedió en uno de los noticieros, cuando Guillermo Favale informaba sobre un tema de extrema gravedad: la investigación judicial en Jujuy por un presunto asesino serial de personas en situación de calle.
Fiel a su estilo, Favale mantenía un tono sobrio, detallando las sospechas que maneja la policía y el impacto social que este tipo de crímenes genera. Sin embargo, mientras desarrollaba la información, un sonido rompió por completo la seriedad del momento: risas, claras y audibles, que se filtraron en la transmisión.
La escena duró apenas unos segundos, pero alcanzó para incomodar a la audiencia… y, sobre todo, al propio Favale, que no pudo disimular su fastidio. Las carcajadas contrastaban con la dureza de la noticia, y rápidamente comenzaron las especulaciones sobre quién había sido el responsable.
Fue el periodista Fede Flowers quien encendió la mecha en redes sociales. “Guillermo Favale está que trina por las risas que se escuchan al final sobre todo en el tema serio que estaba contando. Están averiguando quién fue. Se están echando la culpa entre el piso y el control”, escribió en su cuenta de X, dejando en claro que el malestar era real.
EL INCÓMODO MOMENTO QUE VIVIÓ GUILLERMO FAVALE AL AIRE DEL NOTICIERO
Desde el canal, cuentan que la investigación interna apunta en dos direcciones: algunos creen que el sonido provino del piso del estudio, donde los micrófonos pudieron captar algún comentario fuera de lugar; otros señalan al control central, donde técnicos y productores trabajan durante la emisión. En ambos casos, se habla de una broma o chiste privado que terminó, por descuido, al aire.
Más allá de la autoría, lo cierto es que las risas fueron percibidas como una falta de respeto hacia la noticia y hacia el trabajo de Favale. El episodio dejó un clima tenso entre los equipos, con cruces de miradas y comentarios fuera de cámara. Por ahora, nadie se adjudica la responsabilidad y la pregunta sigue flotando: ¿fue un error involuntario o una distracción evitable?
Con América en el eje de la tormenta por otra polémica situación, ahora quien paga los platos rotos de un tema que debió ser tratado con seriedad es el propio Guillermo, inocente dentro de este contexto pero habiendo sido la cara de un papelón por parte de la producción. Y en medio de todo esto, la indignación de una audiencia que enfureció con el poco tacto que hubo detrás de cámaras.