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27 noviembre, 2024

Deportivo Maipú y Deportivo Riestra juegan el último partido de la extenuante temporada de la Primera Nacional

Crucero del Norte y Defensa y Justicia en 2014, y Barracas Central en 2021 son los tres equipos que durante la última década consiguieron ascender a la primera división del fútbol argentino por primera vez en su historia. Un cuarto integrante se sumará a ese selecto grupo este sábado: será el ganador de la final del reducido de la Primera Nacional, que Deportivo Riestra y Deportivo Maipú disputarán desde las 17 en el estadio Juan Domingo Perón de Córdoba (transmitirá TyC Sports) y con arbitraje de Darío Herrera. En caso de empate, se jugarán 30 minutos de tiempo extra; si la igualdad persiste, el boleto a la Liga Profesional se decidirá con remates desde el punto penal.

El 669° partido de un certamen que comenzó hace 302 días y en el que compitieron 37 equipos definirá al acompañante de Independiente Rivadavia en el viaje a la elite. En esta extenuante carrera de resistencia han quedado en el camino gigantes de la categoría y clubes que habían invertido muy fuerte al inicio de la campaña y en el mercado de pases de mitad de año. A la última cita llegaron dos conjuntos por los que solo los más audaces hubiesen puesto fichas hace 10 meses y contra los que hoy resulta muy difícil apostar.

Cara a cara se encontrarán dos elencos muy distintos, que compartieron la zona B del campeonato y que ya se enfrentaron dos veces en 2023. El 26 de marzo, por la séptima fecha, igualaron 1 a 1 en Mendoza con goles de Gonzalo Klusener para el local y Gustavo Fernández para el visitante. El 29 de julio, por la 24ª jornada, el Malevo se impuso 1 a 0 con un tanto de Milton Céliz. Desde entonces, muchísima agua corrió bajo el puente y aquellos antecedentes, en la víspera de esta final, parecen tener valor solo como un registro estadístico.

Deportivo Maipú, que en dos semanas festejará sus 96 años de vida y que hace menos de tres competía en el Federal A, protagonizó una campaña brillante, en la que peleó a brazo partido con Independiente Rivadavia y Chacarita por el primer puesto de su zona. Si bien el golpe de quedar fuera de la final por el primer ascenso fue fuerte, el plantel lamió sus heridas y dio la talla en un reducido en el que los favoritos fueron capitulando ronda a ronda.

El Cruzado batió sin sobresaltos a San Martín de San Juan en la primera fase y se recuperó de una derrota en Turdera en el duelo de ida para dejar en la cuneta a Temperley en los cuartos de final. En las semifinales, debió sudar y sufrir hasta el sexto minuto agregado del segundo tiempo de la revancha para eliminar a Estudiantes de Río Cuarto gracias a un gol de Luciano Herrera y favorecido por la ventaja que le otorgaba haber terminado en mejor ubicación en la etapa regular del certamen.

El elenco dirigido por el joven Luis García (tiene 35 años) fue, de los 37 participantes en el torneo, el que desplegó el fútbol más vistoso durante esta temporada. Ni siquiera en los momentos más apremiantes renunció a las premisas de hacer circular el balón sobre el césped y generar sociedades entre sus hombres. En esa labor descolló el experimentadísimo Rubens Sambueza, el eje de este equipo, pero también brillaron el Mágico Santiago González y el jujeño Herrera.

Para Riestra, un pequeño club fundado en 1931 en Nueva Pompeya y afiliado a la Asociación del Fútbol Argentino desde 1946, el compromiso de este sábado puede marcar el final de un alucinante viaje que en menos de una década lo llevó de la Primera D hasta la puerta de la primera división y que estuvo motorizado por un gerenciamiento a cargo de un grupo empresarial cuyo rostro es el abogado Víctor Stinfale.

Este año no fue sencillo para el Blanquinegro. El equipo anduvo a los tumbos en el primer tramo del certamen, lo que derivó en la desvinculación de Cristian Fabbiani en abril. Su reemplazante, Walter Marchesi, apenas consiguió mejorar el panorama. El cambio decisivo se produjo a fines de septiembre, cuando tomó el timón otro técnico muy joven, Matías Modolo (36 años), quien en 2022 había sido campeón del Torneo Apertura de la Primera C con Ferrocarril Midland en dupla con Sergio Orsini.

Deportivo Riestra no perdió en sus últimas ocho presentaciones, en las que recibió solo dos goles. Foto: Prensa Deportivo Riestra.Deportivo Riestra no perdió en sus últimas ocho presentaciones, en las que recibió solo dos goles. Foto: Prensa Deportivo Riestra.Con Modolo en el banco, Riestra sumó siete puntos en las últimas tres fechas y así se coló en el reducido, aunque en un incómodo séptimo puesto en su zona que lo dejaba en desventaja ante casi todos los eventuales rivales. Como si la adversidad fuera su combustible, se cargó en fila a tres candidatazos: despachó a San Martín en Tucumán, eliminó a Quilmes ganándole en el Centenario y superó holgadamente en los dos partidos del cruce de las semifinales a Almirante Brown.

Los suspicaces conjeturan acerca de una confabulación arbitral para favorecer constantemente al Malevo. Los fundamentalistas del jogo bonito padecen arcadas al ver jugar al elenco de Soldati. Sin embargo, cualquiera que entienda que un equipo es una construcción colectiva debe sacarse el sombrero ante este bloque tallado por Modolo, granítico y dúctil a la vez. Cada jugador conoce al dedillo el libreto, lo ejecuta con un compromiso encomiable y es capaz de adaptarse a lo que el conjunto necesita en cada momento. El leitmotiv es aquella frase que Alejandro Dumas inmortalizó en Los Tres Mosqueteros: todos para uno y uno para todos.

Desde que su novel entrenador pilotea esta nave, Riestra consiguió seis victorias y dos empates, marcó 12 goles y apenas recibió dos. En el reducido, salió victorioso en los tres encuentros que disputó fuera del estadio Guillermo Laza, su casa. Con esos antecedentes, el ascenso no es una quimera. Ni mucho menos.

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