Cinco equipos habían llegado a la última fecha de la Copa de la Liga con la soga del descenso al cuello: Unión -el más complicado-, Colón, Gimnasia, Sarmiento y Vélez. Los cinco peleaban por evitar ese maldito 27° puesto en la tabla anual que decidiría qué equipo acompañará a Arsenal a la Primera Nacional. El misterio sigue en pie. Ahora son dos los que están en la cornisa.
El Sabalero y el Lobo quedaron atrapados en un indeseado mano a mano que, en principio, los encontrará el viernes, a las 17 en la cancha de Newell’s (si Seguridad de Rosario aprueba con las hinchadas). Desempate con alargue y penales, en caso de empate en los 90 reglamentarios.
El asunto se zanjó con cuatro partidos que se jugaron en simultáneo en Liniers, Banfield, Santa Fe y Vicente López. Existía la chance de un condenado instantáneo y también la posibilidad de jugar un desempate entre dos, tres y hasta cuatro. Todos dependían de sí mismos. Todos, aunque no lo dijeran, sabían que podían encontrarse a la noche hundidos por la tristeza. Y todos jugaban sus partidos con un ojo en el sitio Promiedos, que volvió a colapsar, o radio en mano.
El graph de la TV mostraba los cuatro resultados de los cuatro juegos que comenzaron sincronizadamente a las 18. Se puso en marcha el minutero, pero el cero se mantenía en cada marcador.
Vélez ganó y cumplió con la historia: sigue en Primera. Foto: Juano Tesone.Hasta que a los 16 minutos llegó el primer grito. Era Vélez. ¡Cuántas cosas habrán pasado por la cabeza de los hinchas del Fortín! Uno de los campeones del mundo que tiene el fútbol argentino podía irse a la B en su propia cancha después de 79 años.
Y, con fecha FIFA de por medio, ese sufrimiento se alargó. Pero apareció Santiago Castro para calmar el clima tenso. Lo gritaron con el alma en el Amalfitani.
A su vez, en Santa Fe se tomaban la cabeza. En la mitad de Santa Fe, mejor dicho. Colón perdía y, así, Unión sabía que con un gol ante Tigre se salvaba y condenaba a su clásico rival. El próximo grito de la tarde fue, justamente, del Tatengue.
Kevin Zenón la clavó de tiro libre contra un palo y el rebote dio en la espalda de Santiago Rojas, el arquero del Matador. Y adentro. Los presentes en el estadio 15 de Abril se volvieron a levantar cuatro minutos más tarde. Es que a los 41’, con un contraataque, Valentín Gómez puso el 2-0 para Vélez. A esta altura, Colón se iba. Por eso, Israel Damonte hizo cuatro cambios en el entretiempo.
El desahogo de Kily González tras el triunfo de Unión. Foto: Juan José GarcíaEn el Sur del GBA, una maniobra de Coronel derivó en gol en contra de Cabral. Quiso cerrar el del Lobo, pero descolocó a Durso. Casi en simultáneo, un nuevo grito de Vélez, ya 3-0, dibujaba el nuevo mapa. Iban 14 minutos del complemento y el descenso se debía definir con un desempate entre Colón y Gimnasia.
Tigre podía cambiar todo. Unión perdía la intensidad y comenzaba a conformarse. Sarmiento lo miraba por TV. Nada se modificaría. El descuento de Toledo para el Sabalero tuvo gusto a nada. Un nuevo tanto de Banfield, sobre la hora, le dio el golpe del nocaut al Lobo. Lo que era cuestión de cinco ahora es cosa de dos.
El resumen de Vélez vs Colón
El resumen de Banfield vs Gimnasia
El resumen de Unión vs Tigre
Fuente: LPF