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25 noviembre, 2024

Marcelo Gallardo, en busca de sus viejos buenos tiempos: cuál es su fórmula para recuperar la identidad futbolística de River

El segundo episodio de Marcelo Gallardo en River ya está en marcha. Y tendrá su estreno el sábado a las 20.30 cuando el Millonario reciba a Huracán por la décima fecha de la Liga Profesional, en un buen aperitivo antes del plato fuerte que será el duelo con Talleres de Córdoba por los octavos de final de la Copa Libertadores.

De todos modos, más allá de las urgencias del calendario, hay necesidades en las que Gallardo ya comenzó a trabajar, que requieren de tiempo y paciencia. Tienen que ver las posibilidades de generar en su equipo una identidad futbolística.

Foto Marcelo Carroll - CLARIN Foto Marcelo Carroll – CLARIN “Hablar del hincha de River es sentir un privilegio enorme. Lo han demostrado a lo largo de toda mi carrera y se ha potenciado cuando fui entrenador. En este año y medio siempre me mostraron muchísimo amor y afecto. Eso se los quiero retribuir de todo corazón tratando de que ellos se sientan identificados con el equipo. Ese es mi trabajo. Tenemos muchísimas ganas de poder expresarlo en estos partidos que vienen», afirmó Gallardo en uno de los pasajes de su presentación oficial el lunes en el Monumental.

Y eso es lo que perdió River en el último año y medio. Porque más allá de jugar bien, regular o mal, de ganar, empatar o perder, de las estadísticas, o de los 3 títulos ganados con Martín Demichelis, había una cuestión de perturbaba a los hinchas de River: no saber a qué jugaba el equipo y cuál era su impronta. No tener un estilo claro y definido. Y con el correr del tiempo, esa cuestión se acentúo y se tradujo en derrotas dolorosas.

Entonces, ¿a qué se refiere el Muñeco cuando habla de que “los hinchas se sientan identificados”? A tener un equipo al que la gente, más allá del resultado, le dé gusto y sienta ganas de verlo, tenga actitud y sea absolutamente competitivo.

“Tenemos que recuperar el espíritu de equipo, hay que recuperar el deseo de seguir construyendo. Con nuestro cuerpo técnico vamos a dar el 100 por ciento de nuestras posibilidades. Si nos va muy bien a todos, vamos a ser felices. A eso vamos a apuntar”, dijo también el entrenador de 48 años.

El plan ya está en marcha. Y si bien no hay una fórmula mágica, sí hay fundamentos para sostenerlo. El primero de ellos es el trabajo. “Trabajo, trabajo y trabajo”, suele recalcarle Gallardo en la intimidad junto a sus allegados y a su cuerpo técnico. Y en ese sentido, ya puso primera el lunes, un rato después de la presentación.

Marcelo Gallardo.Prensa RiverMarcelo Gallardo.Prensa RiverPara recuperar las buenas sensaciones, Gallardo también apelará a levantar los semblantes. Para ello, buscará darles una inyección anímica a los jugadores a través de diferentes charlas. De hecho, según puso saber Clarín, tras las primeras palabras dirigidas al grupo, hubo jugadores -que venían caídos- a los que ya les cambió la cara y están más animados. La energía empieza a renovarse.

En cuanto a los entrenamientos, la intención es darle la misma intensidad con las que se desarrollaban en el primer ciclo para que después se replique en los partidos y ayude, por ejemplo, a recuperar rápido la pelota tras las pérdidas. Y a presionar bien arriba.

En referencia al juego en sí, habrá que ver qué sistema utiliza Gallardo. En su primer ciclo, con el correr de los años, los esquemas fueron variando pero la idea y la esencia fue la misma: la de tener un equipo que sea protagonista, que maneje la pelota, que sea ofensivo, que arriesgue, que juegue con inteligencia y que tenga un espíritu combativo, sobre todo cuando los partidos se presentan ásperos.

Habrá que ver si el Muñeco decide jugar con uno o dos volantes centrales, o con cinco volantes y un delantero o con cuatro mediocampistas y dos puntas. Tiene opciones para hacerlo de las dos maneras. Los refuerzos que pidió, más allá de apuntar a los lugares donde creía que el plantel estaba desbalanceado, pueden dar una pauta de lo que busca.

Un futbolista que juegue el uno contra uno y pueda aportar desequilibrio por las bandas como Maxi Meza. Un marcador de punta con probada categoría como Fabricio Bustos para ratificar la importancia que tienen en sus equipos los laterales, quienes no solo están para defender su zona, sino también para atacar y, muchas veces, terminar asistiendo a los delanteros o los volantes que llegan por el medio y pisan el área rival. Y un marcador central de jerarquía como Germán Pezzella, que de seguridad a la defensa y que pueda jugar lejos de su arco cuando el equipo está en ataque.

En definitiva, el plan de Gallardo reúne un combo de ideas que le den no solo continuidad a lo hecho en su primer ciclo, sino que intente profundizarlo y potenciarlo.

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