Tras dejar atrás una lesión y terminar de digerir el trago amargo que significó la polémica eliminación en Concachampions, Lionel Messi sigue en modo MLS. Esto es, darle rodaje al Inter Miami en su versión 2024 y sumar puntos en la fase regular para luchar en los playoffs, donde el objetivo es obtener un título que sería histórico para el equipo rosa.
Luego de la trabajosa victoria como visitante por 3-2 frente a Sporting Kansas City, Messi y compañía superaron por 3-1 a Nashville SC, un viejo conocido: es el mismo rival que enfrentó en la final de la Leagues Cup, el primer torneo que disputó y ganó Leo ni bien llegó a EE.UU.
La suerte arrancó torcida para Inter, que se vio abajo en el marcador por un gol en contra del argentino Franco Negri. El defensor ex Newell’s no reaccionó a tiempo en un tiro de esquina del rival, la pelota le rebotó en uno de sus muslos y terminó en el fondo de la red. Iban 2 minutos.
Pero apareció Messi, como casi siempre. El argentino no tardó demasiado en hacerse eje de los de rosa, que salieron a la cancha con mayoría de futbolistas nacionales: el Tata Martino puso como titulares a Marcelo Weigandt, Toto Avilés, Nicolás Freire y el mencionado Negri, una linea defensiva albiceleste.
Y el idioma que reina en la formación que soñó David Beckham es el castellano porque a todos ellos hay que sumarles al español Sergio Busquets, el uruguayo Luis Suárez, el paraguayo Diego Gómez y el hondureño David Ruiz. ¿Los únicos «foráneos»? El estadounidense Drake Callender y el alemán Julian Gressel.
En el minuto 11, Messi apareció por izquierda, aceleró y quedó en posición para sacudir su zurda y buscar la red. Fue después de una linda triangulación que inició Freire desde el fondo y pivoteó Suárez, para dejar solito al 10 en busca del arquero rival, Elliot Panicco.
Messi metió un latigazo cruzado que el bueno de Panicco logró salvar con un manotazo. Sin embargo, de arremetida llegó Lucho decidido a empujarla y facturar el empate. La pelota salió mordida y le cayó otra vez a Messi, que esta vez no perdonó. Era el 1-1, el sexto en seis partidos para el capitán argentino.
Un rato después, Messi recibió de Gómez (quien luego salió reemplazado por lesión), se hamacó en el borde del área y sacudió de zurda, cruzado y a rastrón, pero la pelota reventó el palo derecho de Panicco.
Inter Miami logró dar vuelta el marcador cuando se jugaban 39 minutos de la primera mitad y otra vez fue Messi el actor protagónico de la conquista. El 10 sigue obsesionado con marcar un gol olímpico antes de cerrar su carrera y pateó un tiro de esquina desde la derecha, bien cerrado, que se coló en el primer palo de Panicco. En realidad, fue Busquets quien peinó y desvió la trayectoria de la pelota, marcando su primer gol desde su arribo al fútbol estadounidense.
Messi cerraría sus primeros 45 minutos con mucho más que un gol y una asistencia: el astro argentino regaló toques y firuletes de todo tipo, especialmente un caño en el arranque de una contra que no terminó en gol por un mal control de Gómez.
La segunda mitad mostró a Messi enchufado, como si ya supiera que en la MLS siempre hay espacio para las distracciones o los bloopers que terminan complicando los partidos.
En un contragolpe, Leo corrió con la pelota en su poder desde la mitad de la cancha acompañado por el brasileño Leonardo Afonso (entró por Gómez) y frente a dos defensores rivales que aguantaban la marca. El argentino llegó hasta el borde del área, chocó contra uno de los rivales, se la pellizcaron de atrás y la jugada quedó en la nada.
Tras esa desafortunada maniobra, el 10 le hizo gestos a Afonso explicándole que si corría en diagonal le hubiera permitido terminar la acción de mejor manera.
Dicen en Miami que los compañeros de Messi aprenden día a día gracias a las cosas que hace el argentino, y parece que no exageran.
El brasileño tendría la chance de redimirse con el 10, un rato más tarde. Siempre movedizo, picó a buscar una pelota y provocó que le cometieran infracción dentro del área. Fue penal, y Leo se hizo cargo poniendo el 3-1, el resultado final de esta historia, para llegar a su séptimo gol en el certamen.