30 enero, 2025

Una casa a puro color en las afueras de Ciudad del Cabo

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Desde chica tuve una fijación con la bijou escandinava que mi excéntrica abuela danesa usaba… en abundancia. Tiene que haber sido eso lo que alimentó mi apetito por el adorno. Y lo que me hizo dar cuenta, desde muy temprano, de todo lo que una persona dice de sí misma con un simple anillo, un broche, un par de aros”, asegura la diseñadora de joyas Kirsten Goss.

Ciudad del Cabo Revista LivingJorge Bureaux

A las joyas que crea desde hace 25 años, Goss les da un entorno siempre distinto en sus singulares locales, y admite que encaró la remodelación de su hogar con idéntica actitud irreverente.

“En mi casa están las mismas ganas de crear algo sorprendente, algo que te arranque de la modorra de las redes sociales y de esa sensación de ‘ya lo vi todo’ que te contagian.”

Kirsten Goss, diseñadora de joyas y dueña de casa

Con hijos de 15, 10 y menos de un año, Goss quería función y flexibilidad, sin dejar la diversión de lado. Claro ejemplo son las luces de colores (también presentes en la última tienda que inauguró) que instaló bajo las alacenas. Con solo un click, la sobremesa se convierte en una fiesta disco: “Nunca dejo de jugar”, asegura.

Acá, Kirsten Goss con su hijo menos, Cosmo.Jorge Boureaux

Los perros de cerámica anticipan que no todo será tan sobrio ni tan blanco una vez traspuesto el umbral.

Sillón modular (Sofaworx) mesa amarilla (Xandre Kriel).Greg Cox/Bureaux

En playroom es explosivo, pero a prueba de balas. “Toda casa necesita un rincón relajado, donde no importa si algo se raya o se mancha”, reflexiona. La mezcla de colores intensos hace del espacio un lugar divertido sin infantilizar el resto del ambiente que integra.

“Por mis abuelos, crecí rodeada de diseño escandinavo, y desde chica me atrajo su sofisticación. Súmenle a eso una infancia africana, de experiencias viscerales de la naturaleza, y se imaginarán el combo: colores vibrantes y bulliciosos en formas minimalistas y audaces. ¡Una delicia!”, define Goss.

Las puertas originales se reemplazaron por grandes aberturas de vidrio repartido a medida. Greg Cox/Bureaux

Entendiendo que los ambientes ya tenían demasiada información, la diseñadora eligió artefactos de iluminación por demás sencillos. “Tenían que pasar desapercibidos, sobre todo las colgantes”.

“Con el tiempo, seguramente cambiemos los muebles, pero me gustó la idea de tener este parquet de roble, un ancla que sostiene tanto eclecticismo y le da una base de calidad atemporal a la casa”

“Tenemos debilidad por los objetos insólitos y los de segunda mano. Pero también por los muebles durables, cómodos y de calidad. Para reunirlos es fundamental que el diseño subyacente sea limpio y neto”.Greg Cox/Bureaux

Uno de los grandes objetivos de Kirsten fue tener una casa que desdibujara el límite entre exterior e interior. Pero acá no es una frase hecha. “Tanto es así que pusimos césped artificial. Nada de suciedad ni barro. De noche, el efecto de la iluminación sobre el verde es impresionante, y nos movemos de adentro afuera como si fuera un ambiente más”.

Polémica decisión, Goss optó por pasto sintético para evitar suciedad.Greg Cox/Bureaux

¿Un oasis sudafricano? Sí y no. La pileta redonda, lúdica y sexy ablanda los canteros de austeras cactáceas. El verde esmeralda del césped se debe, sencillamente, a que es artificial

En un extremo del comedor, vitrina Mid-Century original.Greg Cox/Bureaux

Además de las nuevas aberturas, aquí y allá hay ojos de buey y rajas de vidrio que permiten vistas inesperadas del exterior. Una muestra de que además de jugar con el color, acá también se busca hacerlo con las formas y las escalas.

En el otro extremo, vajillero de los años 70 rodeado de obras de la más variada procedencia.Greg Cox/Bureaux

“Cada vez que abro una nueva tienda, mi casa termina pareciéndosele un poco. La última tiene una mezcla inusual de lo kitsch y la terminación lujosa del revestimiento cargado avance tecnológico”, confiesa la diseñadora. En su casa el mismo coqueteo con el kitsch se hace presente en más de un detalle.

Los platos de cerámica al comienzo del pasillo son del siempre provocador artista sudafricano Ruan Hoffmann.Greg Cox/Bureaux

El baño ilustra esa mímesis entre sus tiendas y su casa de la que habla Goss: espejo retroiluminado, arte inesperado y el revestimiento con efecto gráfico.

Más que kitsch en el baño el espíritu es pop. Greg Cox/Bureaux

La alfombra roja conduce al estudio de Kirsten, el único ambiente en planta alta, directamente sobre la suite principal.

De amplias proporciones y distribución hotelera, el dormitorio principal contiene un baño integrado y living íntimo con un patio seco comunicado con el jardín y pileta.

Detrás del respaldo de cama, el dormitorio se abre en una auténtica sala de baño. Fantasía de hotel, spa del siglo XXI o refugio íntimo, el cuadro le transmite todo el desenfado que no tiene su sobrio diseño

La misma marca (Douglas Jones), el mismo blanco y negro, el mismo brillo, pero un efecto totalmente distinto en los azulejos al variar la distancia entre juntas. Un buen fondo para el retrato pop de la pareja y la fabulosa lámpara colgante italiana de los años 50.Greg Cox/Bureaux

LA NACION

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