En abril de 2025, la cantidad de trabajadores registrados en el país alcanzó 12.847.843 personas, lo que implica una leve variación de 0,1 por ciento respecto del mes anterior. Sin embargo, al comparar este dato desestacionalizado con noviembre de 2023 —último mes previo a la asunción de Javier Milei— se observa una pérdida del 3,6 por ciento de empleos. En el caso específico de los asalariados privados, la caída equivale a 104.185 puestos de trabajo menos. Las remuneraciones promedio crecieron 0,8 por ciento en abril contra una inflación del 2,8 por ciento en igual período.
Los datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) de abril de 2025 comparados contra el mes anterior sin estacionalidad arrojan mejoras modestas en los puestos asalariados privados (12.737 nuevas personas), de monotributistas (5.602 personas) y asalariados públicos (2.417). En tanto se registraron pérdidas en el monotributo social (3.683 personas), asalariadas en casas particulares (1.475) y autónomos (959). Los datos que adelanta la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) para mayo volverían a colocar al empleo registrado en un sendero negativo.
Con respecto a las remuneraciones, siguiendo con la misma fuente oficial, se registró un aumento del 0,8 por ciento en el promedio en abril de 2025. Mientras que la inflación fue 2,8 por ciento en el mismo mes.
En la comparación contra noviembre de 2023, el conjunto de los asalariados privados, los asalariados del sector público y las trabajadoras de casas particulares sufrieron pérdidas netas de empleo. En términos porcentuales se perdieron el 1,6 por ciento de los puestos asalariados registrados en el sector privado y en el sector público, respectivamente, mientras las trabajadoras particulares cayeron un 4,6 por ciento. Las pérdidas netas en el trabajo asalariado privado ascendieron a 104.185 personas. Mientras que los asalariados del sector público mermaron en 56.473 puestos de trabajo y las empleadas en casas particulares cayeron en 22.825 ocupadas.
Los únicos puestos registrados que registraron mejoras fueron los autónomos y los monotributistas, que en el período acumulado vieron crecer la cantidad de inscriptos en 13.510 y 88.604 contribuyentes, respectivamente. Expresadas como tasas de variación, los independientes aumentaron un 3,5 por ciento en el período mientras los monotributistas lo hicieron en un 4,3 por ciento.
Otra realidad enfrentan los trabajadores inscriptos en el monotributo social, regimen que fue modificado desde la nueva gestión de gobierno –impidiendo el beneficio de la obra social a familiares del trabajador inscripto, por ejemplo-, y que vio reducida la cantidad de trabajadores en un 63,3 por ciento.
A nivel sectorial, los asalariados registrados del sector privado más perjudicados desde que asumió el gobierno de La Libertad Avanza fueron los pertenecientes al rubro de la construcción (menos 13,5 por ciento), seguidos por la explotación de minas y canteras (3,7 por ciento), los trabajadores de la industria manufacturera (2,8 por ciento), del sector de transporte, almacenamiento y comunicación (2,8 por ciento) y de los servicios comunitarios, sociales y personales (2,6 por ciento).
Los datos de empleo asalariado privado tuvieron un comportamiento tipo serrucho desde diciembre del año pasado, con meses de recuperación y otros de caída. Mientras que el empleo público empeoró mes a mes desde la asunción del nuevo Gobierno. Únicamente repuntó el empleo de monotributistas y autónomos.
El Gobierno sostiene un tipo de cambio apreciado que atenta contra la producción manufacturera. A este escenario se sumó la caída en la demanda interna en muchos sectores de la actividad, y este combo naturalmente desalienta la negociación salarial en paritarias, contribuyendo a empeorar todavía más las condiciones del mercado laboral.