El superávit comercial de la Argentina alcanzó su mínimo desde la asunción de Milei. En enero, la balanza comercial de enero registró un superávit de U$S 142 millones, de acuerdo al informe del Intercambio Comercial Argentino publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Este resultado representa una reducción de 82% respecto al saldo obtenido en el mismo mes del año 2024, que habia sido de U$S 784 millones, “principalmente debido al incremento en las cantidades importadas, que superó al de las exportadas, a pesar de un aumento del 6,7% en el índice de términos del intercambio”. Es decir, mejoraron relativamente los precios de lo que la Argentina exporta respecto a lo que el país importa, pero el salto en las cantidades importadas fue tal que hizo caer el resultado comercial.
“Si hubieran prevalecido los precios de enero de 2024, el saldo comercial habría mostrado un déficit de U$S 249 millones“, explica el informe de Indec.
Por su parte, “las exportaciones totalizaron U$S 5.890 millones, lo que representó un aumento interanual del 9,1% impulsado principalmente por un incremento de 12,5% en las cantidades exportadas, mientras que los precios registraron una caída de 2,9%. En términos desestacionalizados y de tendencia-ciclo, las exportaciones se redujeron 1,5% y 0,4%, respectivamente, en comparación con diciembre de 2024″.
En el caso de las importaciones, en enero “sumaron U$S 5.748 millones, con un incremento interanual de 24,6%, explicado principalmente por un aumento de 37,0% en las cantidades importadas, mientras que los precios disminuyeron un 9,0%. En términos desestacionalizados y de tendencia-ciclo, crecieron 3,3% y 1,9%, respectivamente, en relación con el mes anterior”, detalla el organismo estadístico.
¿Por qué subieron las importaciones?
A nadie sorprende la suba de las importaciones dado el esquema económico que implementa la administración de Luis Caputo y Javier Milei. No se trata de una mejora en las condiciones objetivas de poder adquisitivo de la mayoría de la población, ya que el consumo masivo cayó fuertemente en enero. Según la consultora Scentia cayó 10,6% afectando en especial a los negocios de barrio.
Es decir, no es un factor de demanda interna sino, por el contrario, el incremento de las importaciones responde al contexto de crisis y de un esquema cambiario de depreciación nominal del peso (1%) mucho más lento que los precios (arriba del 2%). De esta forma, el “dólar barato” elimina competitividad interna, a lo que se agrega la reducción de impuestos y regulaciones. En muchos casos no se trata solo de bienes finales, sino que se sustituye producción interna dentro de la propia cadena productiva por insumos, bienes de capital y productos traídos del exterior.
Esto se expresa también en que la suba se dio por un incremento en las cantidades, ya que los precios de los productos importados mostraron bajas. Las importaciones que más subieron fueron las de bienes de capital (+52,8%), bienes de consumo (+47,5%) y partes de bienes de capital (+29,4%). Asimismo, los bienes intermedios, que explican la mayor parte de la canasta de compras, presentaron un alza del 10,6%.
En cuanto a las exportaciones, el Indec reflejó mejoras en los resultados comerciales del complejo sojero (mayores exportaciones de aceite de soja) y del energético (ventas de petróleo crudo). Por el contrario, se expresó un deterioro balanza automotriz. En particular, se observa una caída en las exportaciones de vehículos para el transporte de mercancías y un aumento en las importaciones de chasis, partes y neumáticos.
Este deterioro en el saldo comercial perjudica aún más el delicado equilibrio económico debido a la escasez de dólares. Este equilibrio está apoyado en las expectativas de “los mercados” que aún se sostienen de un eventual acuerdo con el FMI que traiga dólares frescos para seguir sosteniendo la timba financiera, a costa de un mayor endeudamiento y ajuste sobre las mayorías.
Mientras tanto, este martes el Banco Central (BCRA) compró U$S 171 millones pero las reservas brutas internacionales se hundieron U$S 341 millones y tocan mínimos de U$S 28.404 millones, el nivel más bajo del mes.