El Gobierno sacó un comunicado inmediato luego de que se concretara la compra de Telefónica por parte de Telecom, sobre todo bajo la sospecha de irregularidades en la transacción además de la preocupación por la posible conformación de un monopolio. Es por eso que para analizar este tema en profundidad, este medio se puso en comunicación con el periodista de Editorial Perfil, Ariel Maciel.
Compra de Telefónica en tiempo récord
Telefónica venía desinvirtiendo en Latinoamérica desde 2019 y contrató recientemente a J.P. Morgan para gestionar la venta de su filial en Argentina. Aunque se esperaba una competencia entre varias empresas interesadas, la operación se cerró de manera meteórica en favor de Telecom. “Incluso hubo ofertas más altas, como la de Telecentro, que fueron descartadas”, reveló Ariel Maciel.
Empresas como Claro y DirecTV también habían mostrado interés, pero finalmente quedaron fuera. La rapidez con la que se concretó el acuerdo despierta interrogantes sobre su legitimidad y transparencia.
El Gobierno tomó cartas en el asunto rápidamente después de la compra de Telefónica
El anuncio oficial de la compra fue seguido casi de inmediato por un comunicado del Gobierno de Javier Milei, que expresó preocupación por la posible conformación de un monopolio. “La operación dejaría aproximadamente el 70% de los servicios de telecomunicaciones en manos de un solo grupo económico“, indicó el documento oficial, señalando la intervención de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia y el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM).
Según Maciel, los entes reguladores jugarán un papel clave en determinar si la operación puede avanzar. “Estas instituciones generan un dictamen técnico, pero al final dependen de una decisión política“, explicó. Si el Gobierno decide frenar la compra, podría iniciarse una batalla legal prolongada.
Sospechas en la velocidad de traspaso de Telefónica a Telecom
La rapidez con la que se realizó el traspaso también generó sospechas en el sector. “Telefónica ya está siendo manejada por Telecom, lo que implica una estrategia de primarización de la operación para dificultar cualquier marcha atrás”, comentó el entrevistado.
El desenlace de esta operación no solo definirá el futuro de las telecomunicaciones en Argentina, sino que también servirá como un termómetro para medir la relación del Gobierno de Milei con los grandes grupos económicos. “Esta es una batalla estratégica en la que el Estado debe decidir si frena la operación o permite su consolidación”, concluyó Maciel.