Vicentin paralizará dos plantas de crushing de soja de 800 empledos por 6 meses

La agroexportadora Vicentin frenó la producción de dos plantas de crushing de soja, en San Lorenzo y en Ricardone, en el Gran Rosario, donde actualmente trabajan 800 personas.

Es una parada que se hace todos los años pero habitualmente dura un mes. Esta vez va a ser de medio año, o hasta que haya granos. Es la primera vez que sucede en más de 90 años, desde que 4 hermanos fundaron la empresa en 1929.

El alargamiento del parate se debe fundamentalmente a dos situaciones: una es coyuntural y para todos: la sequía que redujo la cosecha a menos de la mitad y que en el caso de Vicentin redundó en este año procesó el 30% de su capacidad de molienda.

La planta que Vicentin posee en San Lorenzo, sobre el río Paraná, puede procesar 16 mil toneladas diarias. En la fábrica de Ricardone el foco de trabajo suele ser el procesamiento de girasol, pero también opera con soja, y como ese es el recurso en escasez debido a la sequía se decidió interrumpir la actividad hasta disponer de suficiente materia prima.

Todas las empresas de crushing pasaron por situaciones similares pero en el caso de Vicentin se agrava porque no procesa granos propios, sino a cuenta de terceros. Y no tiene capacidad de poder comprarlo en Paraguay o en Brasil, como hacen otras empresas del sector. Depende de lo que le entreguen Viterra, Bunge, ACA, las empresas agroindustriales que son sus socios estratégicos para salir del concurso de acreedores y han acordado contratos a fason mientras se resuelve por vía judicial el pago de la deuda por US$1.500 millones con más de 1.600 acreedores.

La prolongación de la causa civil y comercial a cargo del juez Fabián Lorenzini afecta particularmente a la agroexportadora con sede central en Avellaneda, Santa Fe. Además, sus socias estratégicas también han disminuido su volumen de molienda. Como esas compañías tienen mermas en sus propias plantas, no destinaron más grano a las fábricas de Vicentin. Hasta que no esté el concurso homologado, eso se complementa como problema con el telón de fondo de la sequía.

Con todo, los directivos de Vicentin afirmaron que por el trabajo para terceros realizado en los últimos años tienen fondos de caja suficientes para pagar los sueldos de los más de 800 empleados afectados. Este miércoles, dos representantes de la agroexportadora se reunieron en Avellaneda y en el polo agroindustrial del Gran Rosario con los dirigentes sindicales, para transmitirles que los trabajadores van a cobrar los sueldos de ese período.

El director independiente de la firma, Estanislao Bougain, y el gerente de Operaciones, Daniel Buyatti, informaron a los gremios que el flujo de ingresos y egresos de la empresa en cesación de pagos permitirá seguir abonando el 100% de los sueldos a todos los trabajadores.

El directivo aseguró que en general los empleados no van a ir a la planta, harán guardias pasivas, salvo en algunos casos en los cuales harán tareas de mantenimiento, hasta que vuelva a haber granos, lo cual en principio se espera para la cosecha de otoño. Sí habrá unos meses de actividad en las plantas de bioetanol de maíz que posee Vicentin en Avellaneda. También seguirá funcionando Renova, la planta de molienda de soja que Vicentin comparte, en un 33%, con Viterra.

Los efectos de la sequía se conjugan con las demoras en la homologación del plan de pagos propuesto por Vicentin, que fue aprobado por la doble mayoría exigida por ley: el 62,93% de las cápitas de acreedores, que representan el 71,73% del capital verificado.

En ese contexto, dos jueces penales, Hernán Postma y Héctor Núñez Cartelle, emitieron días atrás sendos fallos con el criterio de que ese fuero penal «no debe interferir el proceso civil y comercial». Consideraron que las acusaciones sobre fraude que pesan sobre algunos directivos de Vicentin no son causales para frenar el concurso de acreedores, a través del cual pronto se podría pagar parte de la deuda a los acreedores.

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