En la recta final hacia el balotaje, luego del debate en la Facultad de Derecho con un balance desfavorable para Javier Milei y en medio de los conflictos internos en torno a la fiscalización, Mauricio Macri mantuvo una reunión con el candidato liberal este lunes por la tarde.
Más allá de la estrategia de no mostrarse juntos en la campaña, el encuentro refleja el involucramiento del ex presidente en la disputa contra Sergio Massa.
“Los que están en la segunda vuelta son ellos, que no haya confusión”, transmitió Macri como argumento para explicar su ausencia y la de integrantes del PRO el domingo en la Facultad de Derecho, lo que había generado conjeturas. Esa postura en principio se mantendrá hasta la veda, con el propósito de no quitarle protagonismo y desperfilar a Milei, aunque el ex presidente y Patricia Bullrich se seguirán pronunciando a su favor y en estos días reforzarán la logística y los preparativos para la fiscalización.
Macri pasó por el Hotel Libertador de Córdoba y Maipú, una suerte de búnker de Milei en esta campaña, un rato después de la conferencia de prensa para confirmar que buscará volver a Boca como vicepresidente de Andrés Ibarra. La reunión trascendió por una agresión seguida de una pelea entre los custodios del ex presidente y un camarógrafo, cuando se subía al auto para irse.
“Obviamente la Argentina necesita un cambio, pero no mezclemos las cosas”, expresó Macri su apoyo a Milei durante el anuncio de que competirá contra Juan Román Riquelme en las elecciones del 2 de diciembre, aunque sin profundizar para evitar que el eje se corriera a la política nacional.
“Mauricio está muy metido, pero los que dirigen son los de La Libertad Avanza. Nosotros ayudamos”, confirmaron la estrategia cerca del ex presidente, luego de los ruidos que generó el impacto del llamado Pacto de Acassuso, con Macri como anfitrión -de local, en términos futboleros-, y los riesgos de que esa centralidad jugara en contra de Milei. Esta vez Macri fue a visitarlo al hotel.
Como contó Clarín, el ensamble entre ambos espacios para la fiscalización provocó confrontación, resquemores y desconfianza. En algunos distritos los liberales opusieron resistencia con los recién llegados del PRO, sumado al rechazo de buena parte de los intendentes radicales de la provincia de Buenos Aires.
Sobre la participación de Macri en el final de la campaña hubo menos discusión. De acuerdo con la mirada coincidente con los liberales, con los movimientos de Bullrich y el ex mandatario en las últimas semanas, la mayor parte del 23,8% que votó a la candidata presidencial de Juntos por el Cambio se inclinaría por Milei en el balotaje.
“Mauricio ya lo puso otra vez competitivo”, sacaron pecho en el PRO, y consideraron que en el último tramo no sería necesario abundar en esa dirección.
Macri hará medios deportivos en las próximas horas, para referirse principalmente a Boca, y antes de la veda dará una entrevista más enfocada en el balotaje. “No está en los planes”, descartaron por el momento en su equipo una actividad en conjunto con el postulante. La comunicación entre ambos -también con Bullrich- es frecuente.
“Hablale a la gente, no le hables a la política”, le aconsejó Macri a Milei en la previa al debate.
Pese a la conclusión dominante sobre un balance favorable a Massa, en el PRO relativizaron que implique un perjuicio sustancial en términos de votos.“Javier cumplió sus objetivos. Massa queria sacarlo y no lo consiguió, él rebatió las mentiras de la campaña del miedo y no está claro que ser un político profesional sea una ventaja en este momento”, esgrimieron.
Macri se involucró en la fiscalización, de manera personal para conseguir fondos, y con llamados para sumar el apoyo de referentes territoriales, con el propósito de que aun neutrales -como los gobernadores radicales y del PRO- aporten fiscales y logística para el domingo.
Por el macrismo se sumaron el senador José Torello, el ex ministro Guillermo Dietrich y la ex diputada Paula Bertol, más ligada a Bullrich. El empresario Eduardo Bastitta tercia con Guillermo Ferraro y el resto de los liberales. En la provincia de Buenos Aires, el distrito más complejo, articulan Cristian Ritondo y Diego Santilli.
Ambos habían participado de la reunión en la casa de Macri en la que se selló el acuerdo con Milei, aunque Santilli todavía no se pronunció públicamente por Milei, a diferencia de Ritondo. Como interlocutor para la fiscalización en territorio bonaerense designó a José Luis Acevedo, titular de AUSA.