Para los curas villeros de la ciudad de Buenos Aires y el Conurbano bonaerense las diatribas de Javier Milei contra el Papa Francisco de los últimos años -difundidas profusamente en las redes sociales- no deben ser pasadas por alto. Por eso, convocaron a una misa de desagravio al pontífice que se convierte en el primer encontronazo entre un conspicuo sector de la Iglesia Católica y el ascendente líder libertario.
El oficio religioso -que también será “en apoyo de los más pobres de nuestra patria”- está previsto para este martes, a las 11 -festividad de santa Teresa de Calcuta-, en la parroquia Virgen de Caacupé, en la villa 21-24 del barrio porteño de Barracas, que fue elegida porque es el templo al que concurrió durante 26 años Jorge Bergoglio siendo obispo auxiliar y luego arzobispo de Buenos Aires.
En diversos programas de radio y televisión Milei no anduvo con sutilezas, ni medias palabras a la hora de recrease a Francisco. Lo llegó a acusar de “comunista” y de “encarnar al maligno”, de ser “un imbécil que defiende la justicia social que es una aberración” y que es el “representante del maligno en la tierra”, además de proferirle insultos escatológicos.
Si bien Francisco nunca respondió los insultos y acusaciones de Milei, advirtió en una entrevista que concedió en marzo, con motivo del décimo aniversario de su pontificado, que el nazismo se originó en Alemania en el marco del desencanto con los políticos y “el ascenso de un político que hablaba lindo y sedujo a la gente que dijo: ´probemos con este´”.
«Un político puede decir con todo respeto que no coincide con lo que dice el Papa, pero no lanzar insultos de los más graves, indignos de quien se postula para un lugar importante… Salvo que pensemos que la sociedad tiene que basarse en los insultos», advirtió el padre José María “Pepe” Di Paola, coordinador de Los Hogares de Cristo e integrante del Equipo de Curas de villas y barrios populares porteños y bonaerenses, a Télam.
Además, el referente de los curas villeros consideró que los agravios de Milei “afectan la sensibilidad de la grey católica”.
Los curas villeros convocaron a misa de desagravio de la figura del Papa Francisco.Tras las internas abiertas, Milei dio un giro en su actitud hacia el pontífice acaso porque está en campaña y no debe despreciar ningún voto -ni abrir más frentes que los necesarios- ahora que tiene posibilidades ciertas de ser presidente. En las últimas entrevistas repite: “Respeto a Francisco como jefe de la Iglesia católica y como jefe de Estado”.
Más aún: algunos hombres cercanos al líder libertario vienen explorando un acercamiento a la Conferencia Episcopal -que agrupa al centenar de obispos del país-, donde se afirma que si Milei pide una entrevista con la cúpula eclesiástica -como suelen hacerlo los principales candidatos durante las campañas- le será concedida.
La discusión interna por la misa
De todas maneras, la misa generó un debate en la Iglesia sobre la conveniencia de su realización. Hay quienes la consideran inoportuna, no solo porque Milei cambió de actitud, sino debido a que atiza un conflicto con un posible presidente a quien habría que darle el beneficio de la duda sobre su actitud si llega a ganar.
Quienes sostienen esta posición afirman que la Iglesia siempre va a buscar un entendimiento con los gobernantes. Ponen como ejemplo el caso de la actual primera ministra de Italia, la derechista Giorgia Meloni -cuyo partido saludó el triunfo de Milei-, con la que Francisco logró una buena relación.
En la misa -que contará con medio centenar de curas villeros y monjas que se desempeñan en barrios populares- estará presente el vicario general del arzobispado porteño, el obispo Gustavo Carrara, de actuación en villas. Estaba en duda la presencia del arzobispo Jorge Garcia Cuerva.
Malestar entre los curas villeros con Javier Milei. En la ocasión se leerá una declaración que incluirá referencias al enfado de la sociedad con los políticos. “Acá no hay que enojarse con la gente porque votó a Milei, sino entender por qué lo votó, por qué optó por una propuesta tan radical”, dijo una fuente de los curas villeros.
Y completó: “Debemos preguntarnos por qué no vimos venir este fenómeno”. El interrogante es particularmente pertinente: Milei ganó en villas emblemáticas como la 31, del barrio porteño de Retiro, y La Cava, del partido de San Isidro, en el gran Buenos Aires.