«Cuando sea presidente voy a incluir a Hamas en la lista de organizaciones terroristas de la Argentina”, prometió el candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, en el debate presidencial desarrollado en la Facultad de Derecho del domingo a la noche.
Se espera que en las próximas horas, instituciones de la colectividad judía, empezando por la DAIA y otras apoyen esa promesa. Así lo debaten a esta hora para ver qué tono van a emplear teniendo en cuenta el fino hilo de aparecer apoyando específicamente a un candidato a presidente cuando lo que quieren es una medida de un eventual gobierno.
¿Qué quiso decir el ministro de Economía en su piel de candidato en medio de la nueva guerra que desangra Oriente Medio? ¿Qué lectura se puede hacer cuando con esa promesa distancia a Massa de la misma Cristina Kirchner y también avanza en un tema que el macrismo hizo suyo pero en el que por varias cuestiones no concretó?. Es al fin y al cabo una situación jurídica difícil y por lo tanto, una decisión política.
La declaración de Sergio Massa se produjo en uno los cruces picantes en el debate del domingo. Javier Milei buscaba chicanearlo con un “valoro su tuit” del sábado. Se refería el libertario a que tanto Massa, como lo hicieron Patricia Bullrich y Juan Schiaretti, todos ellos condenaron el ataque sorpresivo y sangriento del grupo fundamentalista Hamas. También lo repudiaron el presidente Alberto Fernández y el canciller Santiago Cafiero.
La única que fue disonante con el tema fue Myriam Bregman en el marco del debate. La candidata del Frente de Izquierda Unida sólo se quejó de que los israelíes montaron un “apartheid” contra los palestinos -en sus palabras- en referencia por los territorios ocupados a dicho pueblo por parte de colonos judíos.
Sólo Massa y su contrincante de Juntos por el Cambio, Bullrich, llevaron en la solapa de su saco durante el debate una cinta negra en señal de luto por los muertos israelíes en el ataque militar, masivo y terrorista de Hamas en Israel, que desató una descomunal represalia de los israelíes y una guerra en Oriente Medio con numerosos muertos en ambos lados.
Pero Milei quiso apurar al ministro candidato con una pregunta: cómo iba a avanzar en su política internacional cuando «adentro de su espacio -dijo- tienen gente que apoya a los terroristas y es amigo de los países delincuentes”. Así lo increpó.
Milei no lo explicó, pero posiblemente se refería a los sectores ultra k, más ligados al cristinismo que estuvieron ligados al Memorándum de Entendimiento de Cristina Kirchner con Irán por la causa Amia -Irán es aliado de Hamas- y quienes se niegan a condenar el terrorismo de los agrupaciones fundamentalistas por el mero hecho de criticar la ocupación de los territorios ocupados. Esos sectores K buscaron que Alberto Fernández quitara a Hezbollah de la lista grupos terroristas que dispuso en su momento el gobierno de Mauricio Macri.
Al tomar el micrófono, Massa dijo: “No solamente condené hoy, sino que además desde el año 2014, por ahí en ese momento no mirabas (por Milei) con atención lo que pasaba en la política, vengo planteando la ley de juzgamiento en ausencia para que los terroristas que hicieron atentados puedan ser juzgados y condenados en Argentina”.
Y luego lanzó su chicana a JxC, que en realidad tenía un olvido. «Lamentablemente, vengo siendo bloqueado sistemáticamente por el partido de Patricia Bullrich. Pero quiero ser muy claro: no solamente condeno el ataque terrorista, el 10 de diciembre voy a ser presidente y voy a incluir a Hamas en la lista de organizaciones terroristas de Argentina», expresó. En realidad no es exactamente así porque desde JxC sí intentaron abordar el juicio en ausencia y fueron los K los que no quisieron.
Entonces prometió: “Quiero ser muy claro: no solamente condeno el ataque terrorista, el 10 de diciembre voy a ser presidente y voy a incluir a Hamas en la lista de organizaciones terroristas de Argentina”.
El kirchnerismo y Oriente Medio
En 2019, en lo que fue el último año de gobierno, y en el marco del 25 aniversario del ataque terrorista contra la AMIA, el ex presidente Mauricio Macri declaró a Hezbollah como grupo terrorista y dijo que la Unidad de Información Financiera del país congelaba los activos de la organización.
«Hemos creado un registro público de personas y entidades involucradas en actos de terrorismo y su financiamiento», dijo Macri entonces.
«La Unidad de Información Financiera permite hoy, por ejemplo, la congelación de activos de personas y entidades vinculadas a Hezbollah y a la financiación del terrorismo», dijo entonces siendo que su jefe de la UIF, Mariano Federici, ya tenía armada la cuestión. Fue con otros sectores del entonces gobierno de Cambiemos uno de sus más intensos promotores.
En aquel momento, el kirchnerismo en pleno saltó por el aire, mientras que desde Israel y Estados Unidos pedían la medida e ir también por más. Hubo conversaciones sobre todo con los israelíes para que se incluyera a Hamas en la misma lista.
El grupo fundamentalista que domina la Franja de Gaza desde 2006 y la gobierna desde 2013 fue declarada organización terrorista por los Estados Unidos, Israel, Unión Europea, Canadá, Australia, Egipto, Paraguay, Rusia, Turquía, Brasil y otros países ademas de por el secretario general de la OEA, Luis Almagro, entre otros.
En Argentina hubo un intenso debate sobre el tema, y mientras diplomáticos en Cancillería advertían la falta de bases jurídicas para hacer eso con Hamas. Con Hezbollah es distinto: partido político, organización militar y grupo terrorista, es considerado por la justicia argentina autor de los atentados contra la embajada de Israel en Argentina y contra la Amia
El kirchnerismo de Cristina se oponía a todo. A tal punto que Alberto Fernández intentó derogar esa medida de Macri respecto a Hezbollah cuando llegó al poder.
Apenas asumieron, su entonces ministra de Seguridad, Sabina Frederic, dijo que del terrorismo debía ocuparse “la OTAN» y opinó que Hezbollah no debía estar en la lista argentina de grupos terroristas.
Pero el gobierno israelí se movió arduamente, y la entonces embajadora Galit Ronen le arrancó la promesa a Fernández de que Hezbollah seguiría en esa lista.
“Si quiere incluir a Hamas como organización terrorista que lo haga ya. La UIF se encuentra bajo su órbita como organismo descentralizado del Ministerio de Economía. Debería estar ya recopilando toda la información necesaria para sustentar un pedido de designación ante el Repet. Si no lo hace siendo ministro es porque no tiene voluntad política de hacerlo. No tiene porqué esperar a ser presidente”, indicó este lunes sobre la promesa de Massa un experto internacional en terrorismo.
Pero para Massa ministro no es cosa fácil. Basta con recordar que Cristina Kirchner -que curiosamente al igual que Alberto Fernández no fue tema alguno del debate del domingo en Buenos Aires ni en el anterior en Santiago del Estero pese a que es la «madre» y tutora del gobierno saliente-, tuiteó el sábado sobre la nueva guerra en Oriente Medio.
Al final de la tarde, la vicepresidenta no mencionó la palabra terrorismo por parte de Hamas. Tampoco mencionó al grupo fundamentalista y optó por condenar la violencia y justificar las resoluciones en Naciones Unidas sobre el conflicto en Oriente Medio. Además pidió la consolidación de dos Estados, uno Israel y el otro Palestina. Claramente, Massa en esto, mostró sus diferencias.