“La resistencia a este gobierno es en las calles”, dice el señor, posiblemente jubilado, ante el micrófono de un canal de noticias. No es el primer comentario de ese tipo; tampoco será el último. “Hay que ser muy cagón para pegarle a los jubilados”, agrega, minutos más tarde, un niño que debe tener unos 10 años. “Fui despedida por este Gobierno. Tenemos que seguir en las calles y no vamos a parar hasta que se vayan”, añade una mujer, casi enseguida, ante el móvil de C5N.
Este lunes 24 de Marzo, a 49 años del Golpe genocida, en las calles hubo más que una conmemoración. El reclamo de Memoria, Verdad y Justicia se hermanó con una creciente oposición política al Gobierno de Milei, a su ajuste, a su represión y a su negacionismo. Aunque la masiva concentración en Plaza de Mayo ocupó, casi lógicamente, el centro de las miradas, no fue la única importante.
Como cada 24 de Marzo, en la calle estuvieron las Abuelas y las Madres de Plaza de Mayo, símbolos ellos de una lucha contra la impunidad que lleva década y que empezó en pleno genocidio, en el centro del poder político. Como cada 24 de Marzo, estuvieron presentes los organismos, organizaciones y partidos políticos -en particular de izquierda– que luchan contra la impunidad desde hace décadas, enfrentando los intentos de todos los Gobiernos de avanza en la reconciliación con las Fuerzas Armadas.
Un debate: cómo seguir hasta derrotar a Milei y todo su plan
La enorme movilización unitaria que tuvo lugar en CABA expresó distintos puntos de vista y distintas estrategias sobre cómo enfrentar a la ultraderecha gobernante. Esa cuestión sigue siendo nodal tras la multitudinaria marcha: ¿Cómo seguir hasta derrotar a Milei?
Porque es evidente que este Gobierno y su plan económico no van más. Porque el ajuste salvaje sigue recayendo sobre las mayorías trabajadoras y sobre el pueblo pobre. Porque se golpea y reprime a las y los jubilados para garantizar el plan ordenado por el FMI. Precisamente, las y los adultos mayores sufren desde ayer una nueva ofensa, con la repudiable eliminación de la moratoria previsional, que impedirá jubilarse a 9 de cada 10 mujeres.
Si Milei logró avanzar hasta aquí fue gracias a la colaboración de una porción significativa de la oposición patronal. Macristas, radicales y gran parte del peronismo -incluida la burocrática conducción de la CGT- fueron esenciales para garantizar la gobernabilidad de la ultraderecha en el poder.
Esta cuestión fue central en los debates que precedieron a la convocatoria de este lunes. En la masiva marcha común en CABA hubo dos documentos, que expresaron distintas posiciones. Por un lado, el de los organismos y organizaciones afines al peronismo, que denunciando correctamente al Gobierno nacional, optaron por no mencionar siquiera a quienes son cómplices esenciales del plan de ajuste: las y los diputados colaboracionistas, los gobernadores -varios del PJ- y la conducción burocrática de la CGT.
Por otro, el del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, que señaló esas responsabilidades. Porque no se puede enfrentar seriamente al Gobierno y a sus políticas sin denunciar a quienes lo sostienen. En su documento señaló que “discursos y relatos aparte, los gobernadores de distintos signos políticos aplican el ajuste y le aseguran gobernabilidad en el Congreso con sus legisladores, también el Poder Judicial, los partidos patronales y la burocracia sindical”. Asimismo, marcó que la avanzada en la legislación represiva sería imposible sin esa colaboración: “Las leyes anti-mafia, de reiterancia (y de), reincidencia que, con quorum y votos garantizados por Unión por la Patria -las dos últimas por unanimidad”.
Además, marcó la clara responsabilidad de las conducciones burocráticas de la CGT y las CTA que “sostuvieron una tregua, permitiendo el ajuste. Ahora llaman a un paro recién el 10 de abril, luego de que pasara la estafa con el FMI en el Congreso y la represión a jubilados. Es necesario un verdadero paro general activo y un plan de lucha nacional con movilización, hasta derrotar todo el plan de Milei, que no va más. ¡Basta de Milei!”.
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Existiendo esas discrepancias -que en cierto sentido no son nuevas- desde el EMVJ se propuso a las organizaciones afines al kirchnerismo realizar un acto común, donde se leyeran ambos documentos, expresando ambas posiciones. Esa propuesta unitaria fue rechazada. El PTS-Frente de Izquierda planteó esto desde el inicio.
Negándose a aceptar la propuesta unitaria, el kirchnerismo y el peronismo lanzaron una intensa campaña, intentando presentar confusamente las cosas, como si una marcha unitaria licuara los distintos puntos de vista. En el esquema de esas organizaciones, la unidad equivalía a no permitir expresarnos en el acto a las organizaciones que, además de enfrentar a Milei, denunciamos a sus cómplices.
Esa posición no es la de “los partidos del FITU”, como pretendió ser presentada. Es el sentimiento de los cientos de miles que en todos estos meses de resistencia denunciaron la complicidad y pasividad de la CGT. Lamentablemente, un sector de las organizaciones que son parte del EMVJ aceptó ese esquema y en nombre de “la unidad” terminó siendo parte de un acto dónde no se denunció esa escandalosa traición de la burocracia sindical peronista.
De ahora en adelante está planteado convertir la bronca y la masividad en una organización que permita profundizar y potenciar la resistencia. Que permita ampliarla hasta lograr la derrota completa del Milei y su programa de ajuste al servicio del gran empresariado y el FMI. Ese camino supone la autoorganización democrática desde abajo en cada lugar de trabajo y de estudio. Implica preparar las condiciones para que el 10 de abril se convierta en un huelga general activa, capaz de iniciar un plan de lucha que se extienda, sumando al conjunto del pueblo trabajador, a la juventud, al movimiento de mujeres y disidencias. La enorme lucha de las y los jubilados, a la que hay que seguir apoyando masivamente, marca un rumbo.