No dudó Miguel Borja y salió a festejar el gol, más allá de que el árbitro Sebastián Zunino y de que el línea número uno, Pablo González, no lo marcaron. Siguió la jugada con un par de futbolistas de River celebrando con el colombiano, mientras que los tucumanos ensayaban una contra. No fue bueno un pase para Luis Miguel Rodríguez, la pelota se fue al lateral y Germán Pezzella, el encargado de hablar con el juez, corrió para protestar.
Y no quedaron dudas en la primera repetición: el arquero Tomás Durso sacó la pelota desde adentro del arco. El gol de Borja era válido, solo había que esperar. Fueron segundos de poca incertidumbre porque la imagen fue contudente. De esta manera, el colombiano alcanzó los 50 goles en 95 partidos con el Millonario.
Fue un festejo con un poquito con delay porque Borja celebró nuevamente cuando desde el VAR avisaron que el balón había ingresado. También lo celebró Marcelo Gallardo. Conviene aclarar que más allá de la incertidumbre, la jugada del gol fue muy buena: Bustos llegó al fondo, la pinchó al segundo palo, Borja cabeceó al palo y en el rebote la metió con la rodilla, ¿y con la mano?
Completó un buen primer tiempo River, que tuvo que reponerse del gol tempranero de Franco Nicola. Fue de menos a más el elenco del Muñeco y culminó la etapa inicial con un gran nivel. Está más fino desde lo físico el equipo, aunque le falta justeza en los pases. Se lo notó mejorado a Marcos Acuña. Leandro González Pirez, que alternó muy buenas con muy malas, empató de cabeza y desde ahí fue todo del local. Que llegó a la ventaja con ese gol de Borja con algo de suspenso y con un poco de polémica por el brazo del goleador.