La mirada de economistas: un tercer trimestre muy complicado y altos riesgos para 2024

Aunque post PASO el cortísimo plazo mande, en la City se preparan para ver qué hay más allá de las elecciones generales de octubre. El mercado espera que en los últimos tres meses del año reine la incertidumbre y, si bien hay opiniones divididas, sobre el rumbo del 2024, coinciden en que el candidato que resulte electo deberá aplicar un plan de «rápida estabilización» para evitar un desorden mayor.

El «puente» entre las primarias y las elecciones generales, e incluso hasta un eventual ballotage en noviembre es un camino altamente incierto.

El economista Daniel Marx, fundador de la consultora Quantum, advirtió: «La transición será difícil. La corrección del tipo de cambio oficial del 22% el lunes posterior a las PASO tuvo un impacto muy rápido y directo sobre distintos precios de la economía, en especial el de los alimentos».

Para Marx, ni la devaluación, ni la suba de tasas ni la mayor disponibilidad de dólares logran frenar la inercia inflacionaria. «Su combinación no evitaría que en los próximos meses la inflación mensual esté por encima de los dos dígitos. Por otro lado, la brecha, que era de 110% el viernes anterior a las PASO, está en el 130% y el CCL se ubica en un valor que, a precios de hoy, más que supera el máximo post salida de la “convertibilidad” de junio de 2002«, señaló.

El pronóstico de Martín Rapetti, fundador y director ejecutivo de la consultora Equilibra, coincide: «Podría ocurrir que a la inflación de 24% del bimestre agosto-septiembre le siga una desaceleración en torno al 9% en octubre, si el congelamiento del dólar, de las tarifas y los acuerdos precios y una demanda en contracción consiguen evitar una espiralización inflacionaria. Será una golondrina de verano».

Rapetti añadió: «Los próximos meses serán de mucha incertidumbre y potencialmente, inestabilidad. Si se percibe que Milei incrementa sus chances de convertirse en presidente e insiste con su proyecto dolarizador, creemos que la demanda de pesos puede caer fuertemente, la brecha cambiaria dispararse y la inflacion acelerarse peligrosamente. Estamos a las puertas de un territorio desconocido».

Con todo el mercado parece haber encontrado por estos días un nuevo «punto de equilibrio» que, para osé Echaguüe, jefe de estrategia de Consultatio, combina: «Incertidumbre política máxima, deterioro macro acelerándose y precios de activos financieros que casi no registran impacto, con la sola excepción del tipo de cambio»

Para Echagüe, la relativa calma de los precios de acciones y bonos, que pese a la incertidumbre se mantuvieron medidos en dólares durante el mes pasado, hablan de que el mercado ha comenzado a anticiparse a un «plan de estabilización clásico» que ejecutaría el próximo Gobierno, indistintamente de quien llegue a la Casa Rosada en diciembre.

En este escenario «la inflación se encarga de resolver el frente fiscal licuando el gasto, y también de ajustar el desequilibrio monetario, el cambio de gobierno hace su trabajo reseteando expectativas y -devaluación mediante- la normalización de las condiciones climáticas y el boom de Vaca Muerta restauran una oferta de divisas en 2024″, afirmó.

El consenso de los analistas es que frente al desorden macro y la inestabilidad política el próximo Gobierno deberá actuar con la precisión y la rapidez necesaria para desactivar una bomba.

Pablo Repetto, de Aurum Valores, afirmó: «La expectativa para 2024 es extremadamente desafiante. La herencia que combina vencimientos de deuda en pesos del Tesoro, deuda con importadores y deuda en el mercado de futuros es de una gran preocupación. Adicionalmente a esto seguramente se deban ajustar precios relativos que vienen mostrando un desequilibrio alarmante, lo que se agravará con las políticas que anunció el gobierno de congelamientos de combustibles y tarifas».

«Un buen diagnóstico y la capacidad de instrumentar políticas adecuadas para lidiar con estos problemas marcará desde el primer día la credibilidad y la fortaleza que podrá ir construyendo el nuevo gobierno, más allá de sus votantes, dijo Repetto y alertó que «errar en el diagnóstico o en la instrumentación desencadenaría un escenario muy incierto y riesgoso»-

Pero al mercado no le da lo mismo quien sea el capitán de este barco. Para Ezequiel Zambaglione, jefe de research de Balanz, «La clave es el programa y quien lo ejecuta. Hay todavía upside ( potencial suba )para bonos y acciones si gana Patricia Bullrich o si el plan de Milei funciona. Para el primer trimestre del año que viene, el Gobierno deberá tomar muchas medidas y el mercado evaluará con qué velocidad logra desarmar la regulación cambiaria y cuánto va a llevar aplicar el recorte fiscal.»

Con la mirada puesta en los precios de los activos argentinos, Diego Martínez Burzaco, country manager de la app de inversiones del Grupo Galicia Inviu, adelantó: «Si hay un plan de estabilización para recuperar la confianza, el primer trimestre de 2024 puede ser desafiante pero a la vez dar oportunidades de ingreso a los activos argentinos. Hoy por hoy en función del rally que tuvieron acciones y bonos creo que la relación riesgo retorno favorece más a los bonos, aún considerando los grandes desafíos de la capacidad de pago del gobierno, independientemente de quién sea presidente el 10 de diciembre».

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