El expresidente está eufórico con el resultado de las PASO y su vínculo con el libertario está en su mejor momento. En la alianza opositora le piden a los dirigentes bullrichistas que salgan a respaldarla. Bronca y pases de factura en el peronismo.
19 de agosto 2023, 04:02hs
El miércoles a la noche, Mauricio Macri fue con Juliana Awada y un grupo grande de gente a comer a Happening de Costanera. Se sentaron en la discreción del primer piso donde estaban ubicados también, en la mesa de al lado, los integrantes del círculo chico de Javier Milei en provincia de Buenos Aires con sus armadores Carlos Kikuchi, Sebastián Pareja y los responsables de los partidos que se unieron para formar la Libertad Avanza. El encuentro fue apenas una causalidad en un estado de cosas: el affaire Macri – Milei está en la zona del amor. ¿Cómo jugará el expresidente en esta carrera vertiginosa hacia la general?
Todas sus predicciones se cumplieron. “Yo lo avisé. La gente está muy enojada”, soltó Macri en vivo a Sandra Borghi cuando entraba a la sede de JxC. En ese pasilleo de medianoche en el bunker hubo quiénes recordaron que Milei le había ofrecido acompañarlo como Vice si él se candidateaba a Presidente. La excitación del fundador del PRO era tanta que se apuró a llamar al libertario para felicitarlo, pero pasaron tres días hasta que se comunicó con el único ganador indiscutido entre los suyos: Rogelio Frigerio, rotundo triunfador en las PASO entrerrianas.
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Nervios en Juntos por el Cambio
Esta condición tiene nerviosos a muchos miembros de Juntos por el Cambio, sobre todo a algunos que acompañan a Patricia Bullrich y no pertenecen al círculo áulico de Mauricio. Los perturba desde el domingo cuando, en la amargura de los resultados, Macri se mostraba exultante. Hay una máxima de Jaime Duran Barba que dice que el discurso más importante de la campaña a las Generales es el que se da la noche de las PASO. Pero esta vez, ese discurso no lo hizo Patricia, la ganadora. Lo hizo Macri al hablar después de ella y Horacio. “Lo peor -dice un operador experimentado de JxC- es que esto pasó por improvisación porque esa noche nadie manejaba nada”.
A Macri le gustan las cosas tal como están: con Jorge Macri ganando la interna; Larreta vencido y Vidal arrastrada por esa derrota; Cristina débil pero él influyente en Milei y en Patricia, según su propia descripción del escenario. “Es el único eufórico con los resultados”, reconoce una persona que lo conoce como nadie.
Hay, en ese juego de fuerzas, algunos movimientos concretos. Nadie quiere hablar mucho del detalle de los pedidos que suele transmitirle el expresidente a Bullrich en su intimidad: el principal es el ministerio de Justicia (compartiendo área de interés con CFK) donde lleva mucho tiempo pidiendo por Germán Garavano pero sumó también lugares para comandar el ministerio de Turismo y Deporte y el área de Vialidad. Cuando se le pregunta por qué, responde que por su vicio de ingeniero.
Qué debería hacer Bullrich ahora
¿Bullrich debería hacer campaña con él o consolidar más su liderazgo individual? ¿Son compatibles las dos cosas a la vez? Todas preguntas que están en estado de deliberación. No es fácil su laberinto: imitar a Milei sólo la perjudicaría pero irse hacia el centro no parece ayudarla. En el medio, están decididos a consolidar la idea del orden pero también la de gobernabilidad mostrando sus ministros y caras fuertes que debatan en público. “Es que si no sacás a la cancha tus nombres ahora, no hay octubre”, dice un dirigente que opina en la mesa chica de Bullrich.
El expresidente se toma un avión rumbo a Marruecos para una competencia de Bridge y luego tendrá otra escala para jugar al golf. El sábado que viene, estará de vuelta con intenciones de apuntalar personalmente la estrategia. Antes de irse dio una entrevista: “La motosierra es fundamental”, dijo sobre el instrumento que empoderó Milei “pero tiene que ser parte de una caja de herramientas: la lima, bisturí, la tenaza”.
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suscribite acáEl tiempo es devorador de acá a octubre. Solo en esta semana, los tracking de intención de voto se dispararon en favor de Milei. Circulan números con 35 y 37% y a pesar de que ya nadie confía en las encuestas, todos creen que esa tendencia es pura verdad. Algunos armadores de campaña del PRO están entrando en estado de desesperación: “Acá lo importante es que tenemos 16 puntos y necesitamos más de 30″, dice un exjefe de campaña pensando en Patricia. “Desaprovechamos el dia 1, el dia 2, el 3 y el 4. Y se están yendo el día 5 y el 6. Perdimos un millón y medio de votos. Seiscientos mil votos en Córdoba. Si en los próximos diez días no nos enfocamos, estamos perdidos”.
¿Y Sergio Massa?
En el bunker de calle Mitre donde atiende el equipo de Sergio Massa, todavía parecen mareados por el golpe. Hasta la continuidad del catalán Antonio Gutiérrez Rubi es una incógnita. Hay mucho enojo con su estrategia en dirigentes de peso del armado oficialista. Massa los escuchó a todos esta semana. Operadores peronistas con largo trabajo en campañas electorales sólo tienen insultos para sus ideas. No es sólo el resultado lo que dejó tierra arrasada. “El peronismo está totalmente desordenado”, describe un intendente del conurbano. Más desarrollo merecería el estado de situación con Máximo, Cristina y la Cámpora en general. Tampoco aman a Rubí.
La devaluación del lunes que disparó la inflación a un nivel que nadie sabe dónde puede terminar complica cualquier estrategia. Y además Mile. “A la gente, le importa un carajo si Milei duerme con los perros. ¿Vos entendés que el tipo se tiró contra Lali Espósito y ganó él?”, se desespera un estratega de la mesa chica. “Lo que nos está estragando es la situacion de la gente”. No es para menos. Un informe de esta semana de la consultar PxQ sobre 250 productos que relevan cada semana muestra una reacción desoladora: sólo el lunes en el rubro de la construcción y refacción (que mueve la economía diaria de millones de personas) los precios aumentaron 9,4% “un ritmo tres veces más alto que en una semana”.
Bonus track: por qué
Esto que sigue son apuntes mínimos pero reveladores sobre por qué pasó lo que pasó. Y sobre todo por qué casi nadie lo vio venir.
El politólogo Eduardo Fidanza suele explicar que en general los hechos políticos se organizan por los intereses de las elites pero hay solo una oportunidad donde los protagonistas son los ciudadanos, la gente. Ese es el día de la elección. Nunca más contundente que el domingo esta afirmación.
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Hay un informe de Opina argentina, que erró el pronóstico como todas las encuestadoras, pero que buscó en sus estudios del último año las pistas que no vieron. Ahí encontraron esto:
El 44 % de los argentinos respondió mes a mes en el último año que, pensando en las elecciones, prefería que gobernara un partido político distinto al peronismo o a Juntos por el Cambio (6 de cada 10 en el caso de los sub 29).6 de cada 10 quería transformaciones profundas.6 de cada 10 quería liderazgo fuerte.El escenario estaba a la vista de todos.