Sobre Avenida del Libertador y Lafinur, zona exclusiva de la ciudad de Buenos Aires. un grupo de 200 personas repite, una y otra vez, en plural, la misma frase que Mariano Barbieri (42) llegó a decir herido y agonizando cuando llegó, con la poca fuerza que le quedaba, a la heladería de la esquina: “No queremos morir”. Esta noche se realizó una marcha para pedir justicia, organizada por Fernando, el hermano de la víctima y encabezada por Maricel González Flores, la viuda.
La escasa convocatoria, fue citada para las 20. «Es para que el pueblo argentino salga a reclamar en la puerta de su casa, desde su balcón o en una plaza», fue el motivo del encuentro según los organizadores. «Nosotros vinimos aquí, a esta esquina, que fue donde dio sus últimos pasos«, expresaron familiares, amigos y autoconvocados, que repartieron volantes bajo la consigna «No me quiero morir».
«Mariano, presente», gritaron familiares, amigos y autoconvocados. Foto: Federico López Claro En frente de la trágica esquina está la Plaza Sicilia del Parque 3 de Febrero, el lugar donde pasadas las 22.30 del miércoles 30 de agosto apuñalaron en el corazón al ingeniero para robarle un celular “todo roto”. Hacia allí fueron los asistentes.
«Mariano, presente», gritan y se forma un pasillo para que las cámaras muestren la oscuridad del parque.«Prendan las luces del parque», exclaman a las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires, indignados mientras con sus carteles y velas fueron colocados en el mismo lugar donde el ingeniero comenzó a caminar en dirección a la heladería.
«Por favor, no nos maten más», el pedido de los asistentes a la marcha para pedir justicia por el ingeniero Barbieri. Foto: Federico López Claro«Por favor que no nos maten más… Estamos acá para pedir justicia por nuestro querido Mariano, una vida que se perdió de manera absurda. Hoy podría estar aquí con nosotros y no estaríamos exigiendo que nos cuiden. Esa puñalada en su corazón dejó a un hijo sin padre.y a una familia rota y destrozada. Acá estamos su gente querida sumida en la tristeza», expresó Liliana Fioritti, amiga de la época de cuando Mariano hacía remo en Tigre.
«Yo estoy acá porque conecté con lo que le pasó a Mariano, que como yo seguía mucho la luna. Ahora hay luna menguante y me movilizó, él fue a meditar la luna llena y me sentí cercano», compartió Oscar Paniagua, visiblemente emocionado, que decidió acompañar desde Isla Maciel.
La carta
Con anteojos negros y una remera con la estampa de su marido, Maricel escuchó la carta que escribieron familiares y amigos del ingeniero asesinado, que leyó Valeria Almirón, amiga de la víctima: «Para todos los medios es el ingeniero de 42 años que fue asesinado el miércoles pasado a unos metros de acá, para nosotros es nuestro amigo, un hermano, un hijo y un marido, una persona llena de vida, alegre, idealista, un tipo sencillo que estudió, que se esforzó, trabajó diariamente porque amaba su profesión y quería un futuro mejor para todos».
Valeria Almirón, amiga de Mariano Barbieri, fue la encargada de leer una carta escrita por familiares y amigos de la víctima. Foto: Federico López Claro«Sin embargo -continuó leyendo- ese día decidió salir a caminar e ir a ver la luna. Nunca imaginó que se cruzaría con su asesino. A Mariano le arrebataron la vida para sacarle el celular. Lo mataron para sacarle el celular. Ustedes lo entienden pero nosotros no. Fue un hecho totalmente evitable que le podía suceder a cualquiera de nosotros. Vivimos encerrados con miedo de salir a la calle, mientras los delincuentes están libres. A veces se dice que necesitamos cambios profundos, pero si no se cumplen las leyes que ya están escritas no sirve de nada».
Se quebró Almirón pero con mucho esfuerzo procuró seguir. El silencio era ensordecedor. «Por eso le pedimos a las autoridades gubernamentales, a los senadores, a los diputados, a los jueces, a los policías, que hagan su trabajo porque para construir una sociedad justa todos tenemos que hacer nuestro trabajo. Hoy nada nos va a devolver la risa y los abrazos de Mariano. Luca no va a poder conocer a su papá. Así que por desgracia lo único que nos queda pedir es justicia y seguridad para todos».
«Para que nadie más vuelva a sentir una pérdida por un ser querido por una situación de inseguridad. Para que no haya más Marianos. Porque no me quiero morir. Porque no nos queremos morir. ¡No nos queremos morir! -eleva el tono-. Hoy todos somos Mariano, por eso pido un aplauso para Mariano Barbieri».
Una hora después de comenzada la marcha, los asistentes se dispersaron al grito de «Mariano presente» y Fernando, hermano del ingeniero, anunció un nuevo encuentro el próximo viernes 15, a la misma hora.
Pericias claves y un detenido
Un testigo llamó al 911 y aseguró haber visto una pelea entre dos personas en el marco de un robo en la plaza Sicilia, de Palermo. Seis días después del hecho ese mismo testigo se paró, vidrio espejado de por medio, y observó a Isaías José Suárez (29). Lo identificó como la persona que participó del robo y pelea donde fue asesinado Barbieri.
Durante su captura le secuestraron la gorra y la bufanda que se vieron en las imágenes tomadas en las inmediaciones del lugar del hecho. Este último objeto que estaba atado a un carro con el que cartoneaba en el momento de la detención, tenía una mancha de sangre.
La imagen de Isaías José Suárez, detenido por el crimen del ingeniero Mariano Barbieri (42) en Palermo.El detenido presenta lesiones típicas de una situación de lucha, con hematomas y rasguños en el cuello. Por esa razón, los investigadores analizan los hisopados realizados debajo de las uñas de Barbieri para saber si quedó material genético.
Con los resultados de estas pericias, se podría confirmar lo que todos creen: que Suárez es el autor del crimen del ingeniero civil, que era papá de un bebé de dos meses y medio.
El imputado negó haber participado del hecho y no aceptó responder preguntas. Pero un testigo de identidad reservada aseguró que Suárez contó después del ataque y en un sector denominado «El fondo», en la villa 31: «Lo fui a robar, se me paró de manos y le di un puntazo», en referencia al crimen de Barbieri.
PS