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24 noviembre, 2024

Tras la polémica por el doping positivo, el vocero de Sinner reveló que «Jannik sufre una enfermedad en la piel»

El portavoz de prensa del tenista Jannik Sinner aseguró que el italiano «sufre una enfermedad de la piel llamada dermatitis psoriasiforme por la que la piel de los pies y la espalda se daña», en respuesta a las críticas recibidas después de que se hiciese público el positivo por clostebol, durante el torneo de Indian Wells, que no acarreó una suspensión.

En abril, Sinner dio positivo en un control antidopaje en Indian Wells (EEUU), pero la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA) lo declaró inocente este martes al tratarse de un error del fisioterapeuta del jugador, que usó un producto con clostebol, sustancia prohibida.

Dicha sustancia, presente en «menos de una milmillonésima parte de un gramo», según informó en su momento el equipo del italiano, llegó a parar al organismo de Sinner durante el tratamiento que recibió de su fisioterapeuta, que «compró un producto de venta libre en una farmacia italiana para curar un corte en su dedo».

En declaraciones al diario alemán Bild, el responsable de la comunicación del uno del mundo, Fabienne Benoit, ha incidido en que «a las personas dañadas les suelen picar mucho, lo que provoca rascados y, en consecuencia, pequeñas grietas y heridas en las zonas correspondientes», razón por la que se habría producido el corte por el que el equipo del tenista empleó el medicamento.

El lunes, Sinner se quedó con el torneo de Cincinnati. El martes, se conoció la noticia sobre su doping.  Foto: ReuterEl lunes, Sinner se quedó con el torneo de Cincinnati. El martes, se conoció la noticia sobre su doping. Foto: ReuterAl ser cuestionado de por qué el fisioterapeuta de Sinner, Giacomo Naldi, no empleó guantes ni otro método profiláctico para evitar contaminaciones en el ungüento, el portavoz explicó que «durante los dos primeros días, Naldi llevaba una tirita», y que «cuando el corte hubo cicatrizado lo suficiente y ya no sangraba, le quitó el yeso», momento en el que «empezó a usar el espray a diario».

Sinner y un año arriba de la montaña rusa

La noticia de un doping positivo, del que resultó absuelto, que se dio a conocer hoy es el último capítulo de un año de locos en la carrera del italiano Jannik Sinner.

El año se inició con la conquista de su primer Grand Slam en el Abierto de Australia, lo vio escalar a la cima del ranking que actualmente ocupa y luego se vio matizado por una serie de lesiones que contrastaron con esa gran actualidad.

Una temporada que le deparó grandes alegrías y también algunas tristezas al joven talento que celebró sus flamantes 23 años de vida conquistando el Masters 1000 de Cincinnati, un quinto título que confirma que este es su mejor año como profesional tras haber logrado también las coronas en el ATP 500 de Rotterdam, el Masters 1000 de Miami y el ATP 500 de Halle.

Sinner se quedó con el Abierto de Australia, su primer Grand Slam.  Foto: AFPSinner se quedó con el Abierto de Australia, su primer Grand Slam. Foto: AFPLa última consagración, el lunes por la noche, todavía se celebraba cuando se conoció la noticia del positivo con clostebol en dos controles efectuados en el lapso de apenas ocho días en abril, situación que se mantenía en secreto y de la que se supo cuando la International Tennis Integrity Agency (ITIA) la dio a conocer.

Fue al anunciar que Sinner resultó absuelto al confirmarse mediante una investigación independiente que su positivo fue producto de una «contaminación involuntaria» cuando un integrante de su equipo le aplicó sobre la piel un spray de venta libre para tratar una pequeña herida que contenía dicha sustancia prohibida.

Al conocerse la noticia, la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) celebró que el italiano haya salido indemne al no haber resultado culpable o negligente frente a esa situación, aunque instó a sus afiliados y a sus equipos a prestar mayor atención a la hora de decidir qué productos o tratamientos adoptar.

No todos estuvieron de acuerdo con la absolución de Sinner, criticada por su colega australiano Nick Kyrgios, que la calificó de «ridícula» y consideró que el italiano debió haber sido suspendido por dos años si se aplicaba el reglamento correctamente, a su entender, al tiempo que lanzó sospechas sobre el argumento de la contaminación accidental e involuntaria.

Por suerte para Sinner, la ITIA no lo consideró así y el 15 de agosto lo declaró inocente, tal como el propio tenista adujo al apelar el resultado de los controles para poder seguir jugando como lo hizo.

El italiano, además, aceptó devolver el premio obtenido por su participación en Indian Wells (torneo en el que fue sometido a dichos controles) y perder los 400 puntos que cosechó tras haber accedido a las semifinales del torneo, instancia en la que fue eliminado por el español Carlos Alcaraz, a la postre bicampeón del certamen.

Una situación que pareció estar fuera del libreto que el destino le tenía deparado al número uno del mundo y que puso a prueba su equilibrio emocional, casi tanto como las lesiones que lo condicionaron a lo largo del año.

Una de ellas lo obligó a desertar del Masters 1000 de Roma, en tanto que un cuadro de amigdalitis lo marginó de los Juegos Olímpicos de París, en los que era candidato a lograr una medalla como la que finalmente lograron sus compatriotas Lorenzo Musetti (bronce en el torneo de individuales) y Sara Errani junto a Jasmine Paolini (oro en el doble femenino).

Tras aquella participación en Indian Wells, Sinner se consagró campeón en el Masters 1000 de Miami y escaló al segundo puesto del ranking, pero luego se vio obligado a desertar en los cuartos de final en Madrid por aquella lesión en la cadera que lo marginó de Roma.

La larga ausencia se interrumpió en Roland Garros, segundo Grand Slam de la temporada del que se despidió en semifinales (cayó en cinco sets frente a Alcaraz, que luego se consagró campeón), pero en el que se convirtió en el nuevo número uno del mundo tras el abandono del serbio Novak Djokovic por lesión en cuartos del torneo en el que defendía la corona.

Sinner tuvo revancha en Halle, donde logró su decimocuarto título como profesional y el primero sobre césped, pero no logró repetir halago en Wimbledon, tercer Grand Slam del año del que se despidió en cuartos al cabo de cinco sets con el ruso Daniil Medvedev, luego superado por Alcaraz, que se consagró bicampeón en el All England venciendo a Djokovic en la final.

En ese torneo, el serbio despachó en semifinales a Musetti, quien en los Juegos de París se puso al hombro la responsabilidad de llevar al tenis «azzurro» a lo más alto junto con Paolini y Errani, como para disimular la ausencia de Sinner.

El regreso al ruedo del número uno se produjo en el Masters 1000 de Montreal, del que se despidió en cuartos de final al caer frente al ruso Andrey Rublev, de quien se desquitó en la misma instancia y también al cabo de tres sets en Cincinnati, antes de superar al alemán Alexander Zverev en semifinales y al estadounidense Frances Tiafoe en la definición.

«Ahora, intentaré dejar atrás este difícil período», afirmó hoy el italiano al aludir a esa situación tras los dos controles positivos y reiterar su compromiso con «el programa antidoping de la ITIA».

«Si quiero ganar los partidos importantes, debo estar en mejor forma», reconocía también luego de su última victoria frente a Zverev al aludir a la necesidad de reforzarse físicamente, como admitía también en el cierre de la pasada temporada luego de conquistar la Copa Davis y de disputar la final del ATP Finals en Turín.

Ahora lo espera el US Open, al que llega con la ilusión de conquistar su segundo título de Grand Slam una semana de su consagración en Cincinnati, que celebró la presidenta del Consejo de Ministros de Italia, Giorgia Meloni, a primera hora del día, cuando destacaba: «Otro triunfo de Jannik Sinner, primer italiano en ganar en Cincinnati. Felicitaciones, campeón».

«Esta semana tuve muchos altibajos. Espero llegar listo y recuperado al US Open», comentaba Sinner en primera persona tras sumar su decimoquinta corona como profesional, horas antes del revuelo que se generó al conocerse lo sucedido en aquellos dos controles a los que se sometió en abril y a lo que vino luego.

Como para que no queden dudas de que para el italiano, que se mantendrá al menos un mes más en la cima del ranking para totalizar 13 semanas como número uno, la vida siempre es una de cal y otra de arena, como suele decirse.

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