El universo que Cris Morena supo construir es diferente a todos, sin dudas. Por eso, no sorprende que su usina de proyectos en Martínez se llame “Otro mundo” y sea el lugar elegido para presentar Te quiero y me duele, su nueva serie, creada para HBO Max, filmada en México, que se estrenará el 17 de agosto y que, anticipó, tendrá una segunda temporada.
El lanzamiento de esta ficción es espectacular, a lo Cris. Los 500 metros cuadrados del “Mundo jugate” -así se llama el galpón de recepción que incluye toboganes, una bicicleta tuk tuk (tipo hindú con techito y todo) y dos escenarios- fue adaptado para el evento con un espacio de comidas digno de una feria gastronómica.
Un cuerpo de baile, de chicas y chicos, tuvieron a cargo la apertura con una coreografía muy luminosa y electrizante.
El look y el beso de Cris
Espléndida en su smoking femenino negro y camisa blanca (del diseñador Jorge Rey), y cabello rubio suelto y peinado al natural, Cris cuenta que Te quiero y me duele, más allá del título que tiene que ver con una canción que le escribió a su hija, Romina Yan, cuando tenía 15 años, habla de que, en realidad, vivir a veces es amor y a veces es dolor. Y de eso se trata.
“Siempre hay algo personal en tus producciones. Siempre hay alguna anécdota linda que tiene que ver con tu experiencia llevada a una historia. ¿Hay algo personal acá?”, le pregunta Felipe, en su rol de entrevistador.
Y ella relata que todo nació a partir de una historia real que vivió en Nueva York hace tres o cuatro años, en una noche de lluvia: ante la ausencia de taxis, con una amiga se subió a un carrito rickshaw, ésos que pedalean y tienen campanita.
Lo conducía un chico joven, turco cree ella que era, cuya apariencia tuvo mucho que ver con la elección de su personaje en la ficción al que imaginó como un rey Inca y al que llamó Juan Gris, como el pintor español.
El joven pedaleó bajo la lluvia torrencial hasta el hotel y, cuando se bajan, él le chistó avisándole que se había olvidado el paraguas. Cris va a buscar su paraguas y cuando le da la espalda al joven, él le vuelve a chistar, y le dice en inglés “Quiero besarte”.
Recuerda que se quedó helada y le dijo, también en inglés, “Te beso yo”. Le dio un beso en la mejilla y se fue.
Cómo será la ficción
La serie de 13 capítulos, con música (como todo lo que hace ella), tiene más de quince canciones originales “y esto también es importante para mí, porque mi nieto Franco escribió y compuso una de las canciones más importantes de la serie, que se llama Marginados. Así que es un orgullo gigantesco porque siento que, más que una continuidad, es un creativo de la hostia”, confiesa emocionada.
La música sorprende y es un plus importante, porque expresa un lenguaje bien actual, con mucho de rap y trap, y en una de los capítulos se verá en acción a Aczino, el freestyler mexicano, reconocido como el mejor del mundo.
Consultada sobre a qué público está dirigida, señaló que trata sobre la “preadultez”, con jóvenes “pero no tanto” de dos clases sociales muy marcadas, con un planteo más frontal que telenovelesco: “Yo no etiqueto las cosas, yo hago, y el que se prende, se prende. Si se engancha alguien más joven será porque necesita verla por alguna razón o porque le parece interesante, y si se prende un señor mayor también, a lo mejor recuerda cosas de su vida, o cosas que quiso vivir y no pudo, o le hace eco algo de lo que pasa en la serie».
Y agrega: «Pero es una serie claramente juvenil, de chicos que han vivido vidas fuertes, tanto en un lugar como en otro».
De la TV abierta al streaming
“Llegar al mundo entero con las plataformas es increíble. Hay una diferencia grande en la factura de lo que se hace, se trabaja con cámaras de cine y la posproducción es alucinantemente compleja. Yo debo agradecer a mi país porque acá hice trabajos maravillosos, con el esfuerzo gigantesco de muchísima gente. Creo que la pasión y el entusiasmo es lo que nos lleva a hacer este tipo de cosas”.
Después de despedirla, Felipe Colombo asegura: “Es difícil definir a Cris, pero para mí es única y es la mejor en lo que hace. Tiene un lenguaje muy universal en sus proyectos, trasciende la nacionalidad o el lugar de donde salga la historia, porque está hablando de cuestiones trascendentales del desarrollo de un ser humano que tiene que ver con el amor, con el arte, con la identidad y con la inclusión. Ella podría trabajar en cualquier país del mundo a niveles muy importantes, por su dedicación, el esfuerzo y la forma en la que aborda sus proyectos”.
