El Gobierno buscará este miércoles desactivar 26 de marzo el paro de 24 horas anunciado por la Unión Tranviarios Automotor (UTA) para el viernes 28 de marzo. La posibilidad de alcanzar un acuerdo salarial es considerada poco probable por el gremio, lo que dificulta la resolución del conflicto.
Desde la Secretaría de Trabajo, dirigida por Julio Cordero, tienen la facultad de dictar la conciliación obligatoria, lo que suspendería las medidas de fuerza por 15 días hábiles.
La reunión se realizará de manera virtual a partir de las 15. Según los principales dirigentes de la UTA, la Secretaría de Transporte, a cargo de Franco Mogetta, “proyectó que los trabajadores representados no perciban incrementos salariales hasta el mes de junio de 2025” a través de la Resolución 8/2025.
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“Los funcionarios de transporte se esconden, y nos llevan a un conflicto, sin resolver la estructura de costos y con ella, el incremento salarial, proyectando la adecuada recomposición que los trabajadores merecen”, expresó la UTA en un comunicado firmado por su secretario general, Roberto Fernández.
El mensaje se difundió el viernes pasado tras el fracaso de una nueva audiencia con la Secretaría de Trabajo y las cámaras empresarias, la tercera que se realizó sin alcanzar un acuerdo.
En febrero de este año, el Gobierno ajustó los subsidios al sector empresarial con un aumento del 17%, aunque no incluyó una mejora en los salarios de los choferes de colectivos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
El salario básico bruto de los trabajadores es de 1,2 millones de pesos. Los subsidios representan el 70% de los ingresos de las empresas y no se actualizaban desde julio de 2024.
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“Puede haber una decisión política que es la conciliación, pero en las últimas reuniones no hubo nada positivo”, afirmaron fuentes del sindicato a Infobae. Además, la UTA anunció que el 10 de abril se sumará al paro convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT).
Por su parte, las cámaras empresarias aseguran que no tienen los fondos necesarios para otorgar un aumento salarial. También reclaman una nueva actualización del valor del boleto, más allá del 10% que autorizó la Ciudad de Buenos Aires cuando asumió la operación de las 31 líneas de colectivos que circulan dentro de su jurisdicción.
Tarifas de colectivos atrasadas
Según estimaciones de la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), el precio del boleto en el AMBA sin subsidios debería ser de aproximadamente $1.600. En la actualidad, la tarifa mínima es de $371.
Las empresas también mencionan otros costos que necesitan ser actualizados, como la renovación de las unidades con más de 10 años de antigüedad, la instalación de cámaras de seguridad y del sistema ADAS, destinado a prevenir accidentes en la vía pública.
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Dentro de la UTA existen tensiones internas que complican el panorama. El sector opositor a la conducción de Roberto Fernández, quien ocupa el cargo desde hace 19 años, está liderado por Miguel Bustinduy y cuenta con el respaldo de algunas seccionales del interior del país.
Este martes, la facción disidente, denominada Unión de Conductores de la República Argentina (UCRA), emitió un comunicado en el que criticó duramente a la actual dirección del gremio. “Le quiere echar la culpa (la UTA de Fernández) de sus fracasos a las autoridades de la Secretaría de Transporte, pero olvida que fue su complicidad criminal con un sistema de subsidios corrupto lo que llevó nuestros salarios a una degradación tal que los compañeros se están yendo de la actividad”, señalaron.
Además, reclamaron un reordenamiento del sistema de subsidios: “Nuestra actividad demanda un pronto reordenamiento que garantice una eficiente asignación de los recursos que el Estado vuelca mes a mes en el transporte. Esos recursos que no se asignan eficientemente ni al incremento en la frecuencia de los servicios, ni en la renovación de las unidades, ni en seguridad para pasajeros y conductores, ni mucho menos a los salarios que son cada vez más bajos”, expresaron en el comunicado.
NG/ff