“Estuve dentro de su boca. Fue un momento de mucha confusión. En un principio dudaba, pero al ver el video lo entendí. Desde el momento en que vi algo que se estaba acercando rápidamente, cerré los ojos. Después, sentí como si estuviera dentro de un remolino. Fue algo inolvidable, poético y revitalizante“.
Adrián Simancas se volvió viral después de que el sábado fuera sorprendido por una ballena jorobada que salió a la superficie con la boca abierta y lo engulló en Punta Arenas, en Chile. En diálogo con Clarín, el joven de 23 años cuenta que todo sucedió mientras realizaba una práctica híbrida de trekking y packrafting junto a su padre, Dell Simancas (49), en las aguas del Estrecho de Magallanes.
Recuerda que iba remando detrás de su papá. Estaban charlando hasta que sintió un golpe en la parte de atrás.
“Pensé que era una ola, pero la fuerza era demasiada. En medio de la confusión, vi algo entre azul y blanco que se cerraba sobre mí. Creí que había muerto porque un animal me había comido y, pensando en la posibilidad de estar atrapado y sobrevivir dentro de una ballena, se me cruzó por la cabeza el cuento de Pinocho. Creí que ya no había nada por hacer hasta que el chaleco me impulsó hacia arriba”, confiesa.
–¿Cómo mantuviste la calma? –le preguntó este diario.
–Habíamos hecho prácticas de hipotéticas situaciones de rescate. Esta experiencia en entornos naturales, lejos de personas que puedan socorrerte, me mantuvo en estado de alerta e impidió que me dejara llevar por las emociones para poder reaccionar y apreciar mi alrededor. También fue importante la comunicación.
Para Adrián, el episodio vivido representa ahora una invitación a replantearse cuáles son las cosas por las cuales valen la pena salir de una zona de confort.
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