15 marzo, 2025

Siria. Enfrentamientos y tensiones

Artículo extraído del sitio web de la Liga Internacional Socialista.

La caída del viejo y reaccionario régimen sirio fue un hecho histórico que abrió una nueva etapa con destino incierto.

Durante la última semana las provincias sirias de Latakia y Tartús fueron escenario de graves hechos de violencia. Distintas fuentes informaron sobre la muerte de 1.311 personas, 830 de ellas civiles, a manos de las fuerzas que responden al denominado Gobierno de Salvación Nacional de Siria. A estas cifras se suman 481 combatientes entre milicias del gobierno y leales al antiguo régimen. El portavoz del Ministerio de Defensa, Hasan Abdel Gani, declaró el domingo 9 de marzo que las fuerzas de seguridad recuperaron el control de la región.

Matanza de civiles

Residentes de Jableh, Baniyas y otros pueblos denunciaron que civiles alauís fueron asesinados en asaltos con poblaciones incendiadas y saqueadas, en las que hubo ejecuciones y humillaciones filmadas y compartidas en redes por soldados gubernamentales. Algunos civiles huyeron hacia las montañas y otros intentaron cruzar la frontera con Líbano en busca de refugio. La minoría alauita representa al 10% de la población siria y era a la que pertenecía el depuesto Al Asad. La matanza generó protestas en Damasco que fueron interrumpidas por contramanifestaciones y dispersadas por la policía.

Credibilidad en cuestión

Desde que asumió el poder Ahmed Hussein al-Sharaa, (HTS – Organización para la Liberación del Levante) prometió respetar a las minorías étnicas lo cual las acusaciones por la matanza de civiles alauís ha colocado severamente en cuestión.

Amenazas e intereses regionales

En el sur, los drusos de Sueida, han alertado sobre la posibilidad de incursiones similares en su territorio, ante lo cual los genocidas de Israel prometieron “proteger a las poblaciones drusas del gobierno islamista de Damasco”.  Y Rusia, aliada del antiguo régimen, expresó preocupación por su base naval en Tartús, advirtiendo sobre los riesgos regionales que provoca la violencia.

Los kurdos firman la paz y se integran a Siria

En un hecho histórico, los kurdos de Siria, que cuentan con el apoyo de EE. UU., firmaron un acuerdo de paz con el gobierno interino de Al Sharaa, pro Turquía, que incluye la incorporación de instituciones civiles y militares al Estado sirio y el respeto a los derechos kurdos con cierta autonomía. El líder de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) kurdas, Mazloum Abdi, aseguró que: “Estamos decididos a construir un futuro mejor que garantice los derechos de todos los sirios”.

Como anticipo al acuerdo, el fundador del Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK) Abdullah Öcalan -encarcelado desde 1999 en una isla turca – había manifestado la disposición a que la organización guerrillera kurda deponga las armas con el compromiso de respetar la autonomía de las regiones kurdas por parte del gobierno de Turquía.

Una alternativa revolucionaria y socialista

Los crímenes y violaciones a los derechos humanos del viejo y del nuevo régimen tienen que ser investigados de forma transparente y castigados los responsables materiales y políticos.

Los trabajadores y el pueblo sirio tienen derecho a debatir y decidir su propio destino político, democrático y social, para lo cual se hace urgente convocar a una Asamblea Constituyente para reorganizar el país sobre nuevas bases.

En la transición el actual régimen islamista está desplegando una política condescendiente con distintas expresiones del capitalismo imperialista y con ideologías reaccionarias.

Ante esto, es fundamental el reagrupamiento de los socialistas revolucionarios sirios, para elaborar un programa transicional, anticapitalista, con políticas que respondan a las necesidades inmediatas, llevar a cabo acciones en común, postular una Siria Socialista y una Federación Socialista de Medio Oriente.

Por Rubén Tzanoff

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